La asamblea de la Organización Mundial de la Salud aprobó una moción condenando la emergencia sanitaria regional provocada por la invasión rusa de Ucrania y rechazó una resolución rival de Moscú que no mencionaba su propio papel en la crisis.

La propuesta original, presentada por los Estados Unidos y otros 50, condenó las acciones de Rusia, pero no llegó a suspender inmediatamente sus derechos de voto en la agencia de salud de las Naciones Unidas, como algunos habían buscado anteriormente.

Ambas resoluciones expresaron “grave preocupación por la emergencia sanitaria en curso en Ucrania y sus alrededores”, pero solo la propuesta liderada por Occidente dice que la emergencia está “desencadenada por la agresión de la Federación de Rusia contra Ucrania”.