La última película completa de Thor fue el “Thor: Ragnarok” de 2017 sobrecargado, con el Dios del Trueno lidiando con problemas de hermanos y hermanas en duelo, la inminente destrucción de su planeta, un compañero borracho, un enorme perro, su amigo Hulk teniendo un ataque de pánico y la muerte de su padre.
Fue el cine de Taika Waititi en su forma más intensa, con paseos a cámara lenta, estúpidos tocados con astas, espadas cortadas y cañones láser, capas y soldados no muertos, un Thor recortado en el pelo, un personaje típicamente desequilibrado de Jeff Goldblum, una profecía, naves espaciales alienígenas y muchos Led Zeppelin.
Si pensabas que era una película de plátanos, su secuela es toda la cesta de frutas.
“Thor: Love and Thunder”, una rara cuarta entrega de Marvel para un personaje, tiene cabras baleantes gigantes, un Zeus horrible, niños en jaulas, delfines espaciales, chistes de Jodie Foster, osos de peluche con ojos láser, una parodia comercial de Old Spice, Natalie Portman golpeando un cabezazo a un villano, alien
Waititi está de vuelta como coguionista, director y voz del pedregoso Korg, con Chris Hemsworth como nuestro Viking espacial, un hombre que realmente necesita obtener más crédito por llevar a Thor a lo largo de los años de lo sombrío a lo histérico. Su capacidad para pronunciar cosas de superhéroes dramáticamente y luego convertirse en un tonto es infinitamente entrañable. También están de vuelta Tessa Thompson como Valkyrie y Jaimie Alexander’s Sif.
Un personaje problemático es Jane Foster, la ex de Thor a quien todavía anhela durante ocho años después de que rompieran y ella se saltó la tercera película. Pero ahora Foster, interpretado por Portman, tiene su viejo martillo mágico, Mjolnir, y se ha convertido en un superhéroe propio, el Poderoso Thor. Está trabajando en un eslogan, como “¡Come este martillo!”
Thor, por supuesto, ha seguido adelante, no con sus sentimientos románticos, sino con su armamento favorito. Ahora empuña el hacha encantada Stormbreaker. No tiene ojos para Mjolnir, ¿o sí? “¿Estamos bien? Sé que es un poco raro tener a mi exarma cerca”, le pregunta a su hacha en una escena deliciosamente loca, que básicamente refleja un triángulo amoroso entre un dios nórdico y dos armamentos metálicos.
Nuestro villano esta vez es excelente: Christian Bale interpreta al deliciosamente llamado Gorr el Dios Carnicero. Un hombre una vez piadoso que oró en vano a las deidades, ahora ha decidido acabar con ellas después de tener un revés personal. Bale es tan espeluznante y tan comprometido que puedes sentir que su odio derrite tus palomitas de maíz. “Los dioses te usarán, pero no te ayudarán”, gruñe.
Otro golpe de lo extraño viene de Russell Crowe, que interpreta a Zeus como un tirano vanidoso con un atuendo romano (¿un riff de “Gladiator”?) y un acento mediterráneo atroz. Está rodeado de lacayos, algunos llamados Zeusettes, y frustra a Thor, incluso despojándolo de su ropa, para deleite de muchos en el público. “Sabes lo que dicen: nunca conozcas a tus héroes”, dice el vikingo.