A pesar de que la esperanza de vida de las mujeres es mayor, en promedio acumulan menores ahorros para el retiro.
Nada cambia tanto la ecuación de género, de forma tan significativa, como la libertad económica de las mujeres.
Gloria Steinem, periodista estadounidense y activista de los derechos de la mujer.
Los cambios demográficos que se han presentado aceleradamente en México y el mundo inciden de manera relevante tanto en el comportamiento económico de las personas como en los retos económicos que enfrentarán en el futuro.
En México la tasa bruta de nupcialidad (el número de matrimonios por cada 1,000 habitantes) pasó de 7 en el 2000, a cerca de 4.5 al 2015; una reducción de cerca de 30% en 15 años. En el mismo periodo, el número de divorcios (medidos como número de divorcios por cada 100 matrimonios) pasó de 7.4 a 20. Y la edad promedio de los divorcios ha aumentado significativamente; del 2000 al 2015, los divorcios en los que la mujer tiene más de 50 años pasaron de representar 6% para ser más del doble (13 por ciento).
Distintos estudios muestran que estas tendencias están afectando negativamente particularmente más a las mujeres, cuando enfrentan el divorcio en edades adultas avanzadas, porque se conjugan con otros fenómenos que provocan una mayor incertidumbre financiera.
En la publicación Tres ensayos sobre género y finanzas. Una disertación sobre planeación financiera personal, Laura Mattia recopila tres estudios en los que es posible apreciar condiciones específicas que inciden de manera negativa en el futuro bienestar financiero de mujeres.
Si bien la esperanza de vida de las mujeres es mayor, en promedio acumulan menores ahorros para el retiro y tienen una menor propensión para el mismo que los hombres. Ello es resultado de las tendencias existentes de trabajo no remunerado o informal que afectan más a las mujeres, de la grave disparidad de ingreso por género, de la discriminación que limita el acceso a trabajos mejor remunerados y, en ocasiones, de los periodos en los que se interrumpe el empleo como resultado de la maternidad.
Por otro lado, diferentes estudios muestran que otras condiciones limitan también el bienestar financiero de las mujeres, relacionados con el que éstas, en promedio, cuentan con menor información financiera que las auxilie en la preparación y planeación de sus decisiones de su futuro. Adicionalmente, otros estudios muestran que, por circunstancias diversas como la atención hacia los hijos, las mujeres inician mucho más tarde su preocupación y consecuentemente su planeación de retiro.
No existen factores que inherentemente muestren una menor conducta de ahorro, pues diversos estudios muestras que, en circunstancias similares, hombres y mujeres mantienen similares tasas de ahorro, incluso siendo en algunos casos mayores entre las mujeres, siendo los factores antes descritos los que afectan la planeación futura.
Adicionalmente, la prevalencia de roles de género que, aun en sociedades más desarrolladas, tiende a discriminar la divulgación y aprovechamiento de información financiera necesaria para tomar las mejores decisiones en el inicio y hacia el final de la vida financiera, en perjuicio mayoritariamente de las mujeres.
En otros estudios, se encontró que el bienestar financiero en el retiro de las mujeres que permanecieron casadas fue mayor al de aquellas que enfrentaron un divorcio. Ello, sin embargo, de ninguna manera implica que es preferible mantener a toda costa un matrimonio cuando éste no contribuye a la felicidad de los individuos, pero sí hace necesario propiciar y mejorar los elementos de educación y práctica financiera de las mujeres para una mejor planificación individual de su vida futura.
Para las generaciones mayores estas tendencias están presentes y generan efectos importantes. Para las generaciones de mujeres más jóvenes, es crucial crear las condiciones que les permitan enfrentar esos retos en mejores condiciones, en beneficio de su futuro bienestar financiero.
El autor es politólogo, mercadólogo, especialista en economía conductual y director general de Mexicana de Becas, Fondo de Ahorro Educativo. Síguelo en Twitter: