Qué habilidades necesitamos para tomar mejores decisiones financieras

 

“El número de grados académicos no es tan importante, como que tanto desarrolla un estudiante sus habilidades cognitivas como el pensamiento crítico.”

Derek Bok, ex presidente de la Universidad de Harvard

 

Para muchas personas, la principal característica que nos lleva a tomar mejores decisiones en nuestra vida; incluyendo los temas financieros; es la inteligencia. Se parte de la premisa que una persona inteligente estará en mejores posibilidades de comprender aquellos temas que son fundamentales, para planear y conducir las decisiones económicas y financieras personales y familiares y, consecuentemente, tomará decisiones que le permitan evitar riesgos innecesarios y aprovechar las oportunidades para construir un patrimonio.

 

Sin embargo, en la realidad cotidiana, personas con una inteligencia superior, toman decisiones equivocadas.

 

Distintas investigaciones han tratado de comprender este tema. En el último número de la revista Scientific American Mind, en el artículo “Por qué personas listas hacen cosas tontas”, Heather A. Butler aborda diferentes investigaciones propias y de otros autores, que tratan de resolver esta interrogante.

 

Las investigaciones muestran que, más allá de la inteligencia, el mejor predictor de decisiones y conductas favorables para los eventos importantes en la vida (incluyendo por supuesto los financieros y económicos), es el pensamiento crítico.

 

En el artículo, se destaca que el pensamiento crítico incorpora como concepto cinco componentes y habilidades: la capacidad de razonamiento verbal, el análisis argumentativo, la capacidad de probar hipótesis, la comprensión de los temas relacionados con la probabilidad y la incertidumbre, la toma de decisiones y la resolución de problemas.

 

En una investigación específica de la misma autora, publicada en septiembre del año pasado, se trató de medir qué tanto el pensamiento crítico (medido a través de diferentes test) y la inteligencia, sirven como indicadores para pronosticar los resultados favorables o negativos de eventos a lo largo de la vida. Se encontró que, la capacidad de pensamiento crítico se vincula (más que la inteligencia) con una menor frecuencia de eventos negativos derivados de decisiones incorrectas asumidas a lo largo de la vida y con mejores resultados de vida futura en general

 

Una conclusión importante de la investigación es que (en principio) la inteligencia tiene un elevado componente genético y hereditario, por lo que su desarrollo presenta algunas limitaciones. Sin embargo, el pensamiento crítico, entendido como el conjunto de habilidades antes mencionadas, sí puede ser enseñado y entrenado lo largo de la vida.

 

De los componentes del pensamiento crítico es evidente su relevancia para una mejor comprensión y toma decisiones relacionadas con los aspectos económicos y financieros de la vida.

 

Por ejemplo, la capacidad de entender y probar hipótesis, que se refiere a la noción de que una idea puede y debe ser corroborada a través de medios que nos permitan asegurar su validez; lleva a que las percepciones en que basamos nuestras decisiones sean corroboradas y nos den certeza de estar ancladas en la realidad y que no son simples presunciones con fundamentos erróneos o derivados de sesgos de percepción.

 

En muchos casos, las decisiones económicas y financieras erróneas se derivan precisamente preconcepciones equivocadas, que nos llevan a mantener una visión equivocada y a repetir los mismos errores.

 

Otro elemento fundamental del pensamiento crítico: la comprensión de los temas de probabilidad de incertidumbre; se encuentra frecuentemente ausente en decisiones financieras equivocadas. Personas que parecerían tener información y la inteligencia puntual sobre temas financieros y económicos, cuando tienen una capacidad limitada para comprender los fenómenos asociados a la incertidumbre (hoy una constante en lo financiero) o para entender cabalmente la probabilidad mayor o menor de que se presente un determinado riesgo (como en el cumplimiento de un rendimiento financiero), toman frecuentemente decisiones equivocadas que afectan su patrimonio futuro.

 

Por ello, si tenemos que elegir, para tomar mejores decisiones económicas y financieras, es fundamental que individualmente y en lo familiar, construyamos cotidianamente una mejor capacidad de pensamiento crítico que abone a las decisiones que ayuden a obtener la estabilidad financiera que deseamos para el futuro.

 

 

El autor es politólogo, mercadólogo, especialista en economía conductual, profesor de la Facultad de Economía de la UNAM, columnista en El Economista y Director General de Mexicana de Becas, Fondo de Ahorro Educativo. [email protected] – síguelo en Twitter @martinezsolares

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