Muchas veces no logramos dimensionar nuestros sueños, anhelos, y es que la vida se pasa tan rápido que, no tenemos la capacidad de detenernos a analizar nuestro día, nuestros “objetivos” esta palabra que sólo la utilizamos para trazar metas laborales, paro casi nunca la empleamos para una de las personas más importantes, nosotros.
Lo digo así porque, eso me ocurría muy a menudo, siempre al comenzar el día, despertaba muy emocionado, con ganas de “devorarme al mundo” diciéndole al espejo, “hoy si lo hago, hoy si lo hago” y ¿Qué creen?… Sí, sí, sí, nunca lo hacía. Siempre dejaba todo para después.
Y esto aplica para todo tipo de personas, de todas las edades, por una simple y pura razón, porque somos “seres humanos”. Y si a esto le sumamos que nos han acostumbrado a tenerlo todo fácil, con el apoyo de mamá y papá, pues más. Es una cómodo “zona de confort” Yo comencé a visualizar mis proyectos personales hace 8 años, cuando comencé a buscar un empleo. Aquí si ya no podía ir mamá a plantarle a una oficina a pedir que a Xicani le dieran empleo, ahí fue mi primer encuentro con el timón de mi vida.
Esto en el ámbito profesional, en lo personal, soñaba con tener una pareja, una familia, hijos, viajar, vivir solo. En fin, “lo que todos quieren” Por fin, me permití darle su justa importancia a “mis sueños”.
Uno de ellos, es generar una pareja, una mujer con quién compartir, con quién estar, y con quién amar. Sí, sí, se escucha muy poético, pero. ¿A quién no le gusta amar y sentirse amado?
Justo, ayer celebramos el 14 de Febrero. “El día del amor y la amistad” o “El día de San Valentin” ¿De dónde nace esta tradición?
La historia nos dice que… Valentín era un sacerdote que, hacia el siglo III, desafió al emperador Claudio II, quien decidió prohibir la celebración de matrimonios para los jóvenes. El religioso lo consideró injusto y los casaba en secreto.
Pero lo de hacer regalos como flores o bombones en San Valentín es algo del siglo XX. Es por eso que se considera a San Valentín el patrón de los enamorados.
Después de que el papa Gelasio I designara el 14 de febrero de 494 el primer día oficial de San Valentín, la festividad fue incluida en el calendario litúrgico tradicional y fue celebrada por la Iglesia católica en los siguientes 15 siglos.
Y siguiendo con mi “sueño”, pareciera que algunas personas piensan, en pleno siglo XXI, que las Personas con algún tipo de Discapacidad, no nos podemos enamorar, que somos “asexuados” que no sentimos, que no deseamos, que no somos capaces de amar. ¡FALSO! Las Personas con Discapacidad, como siempre lo digo, somos “seres humanos”, como tú, como todos, con los mismos sueños, deseos, anhelos.
Es por ello que escribo esta columna, para reflexionar acerca del sentimiento más puro, el amor. Antes de amar a otro, comencemos por hacerlo a la persona más importante de nuestra vida, ¡A NOSOTROS! Porque, para poder amar sin prejuicios, “hay que empezar por nosotros”. ¿No cree usted?
Con cariño:
Xicani.