Tener una buena nutrición es la base de la salud para todas las etapas de la vida. Sin embargo, cuando nos enfrentamos a un problema de salud tan importante, como lo es el cáncer, ingerir los alimentos correctos tiene un rol importante en ayudar a sentirnos mejor y más fuertes.

Mantener una ingesta nutricional balanceada después del diagnóstico puede ayudar a prevenir la pérdida de peso y músculo y dar mejor frente al tratamiento por venir. Esto es importante pues, según una investigación en Seminarios de Oncologíai, mantener el peso, la masa muscular y la fuerza, es un indicador de la probabilidad de una persona de alcanzar la remisión de la enfermedad.

“Tener un plan de nutrición adecuado también es importante para proteger el sistema inmunológico. Un sistema inmunológico debilitado puede provocar que los oncólogos tengan que hacer una pausa o alterar los planes de tratamiento”, explica Elisa Gómez Reyes, Gerente Médico del negocio de nutrición de Abbott.

Desafortunadamente, mantenerse bien nutrido puede ser un reto cuando tienes cáncer, ya que algunos tratamientos y la enfermedad en sí pueden afectar tu apetito y capacidad para comer. Es importante pedir a tu oncólogo la recomendación de un nutriólogo que pueda ayudarte a crear un plan de alimentación durante este momento crítico.

A continuación te compartimos las respuestas a las principales preguntas sobre cómo mantenerte bien nutrido durante el tratamiento contra el cáncer.

P: ¿Cuáles son los nutrientes más importantes que debo ingerir durante el tratamiento contra el cáncer?

R: Vigilar el consumo de proteínas y las calorías totales es importante durante el tratamiento. Ambos son vitales para mantener la energía, evitar perder peso y la masa muscular, que son efectos secundarios comunes durante el tratamiento.

La Dra. Gómez indica que, si bien la cantidad de calorías y proteínas varía según la persona, se recomienda mantener una ingesta similar a la que tenías antes del diagnóstico. Uno de los nutrientes que más se han estudiado para mejorar la

respuesta al tratamiento contra el cáncer, e inclusive para reducir el riesgo de desarrollarlo, son los ácidos grasos esenciales omega 3. Estos ácidos grasos omega 3 son grasas saludables, que se encuentran en el pescado, aguacate y semillas; y han demostrado disminuir los procesos de inflamación a nivel celular. Esto podría también aminorar la pérdida de peso significativamente, mejorar la calidad de vida y tolerar mejor el tratamiento con quimioterapia o radioterapia.

P: No tengo apetito. ¿Qué puedo hacer para asegurarme de que todavía estoy obteniendo los nutrientes que necesito?

R: La quimioterapia, la radiación y otros tratamientos para el cáncer a menudo dan como resultado que los alimentos tengan un sabor amargo o metálico, lo que puede llevar a que las personas abandonen sus hábitos alimenticios habituales. La pérdida de apetito y las llagas en la boca también pueden ser efectos secundarios comunes.

Para combatir la falta de apetito prueba diferentes alimentos al principio del día, cuando tienes más hambre. Si vomitas o no puedes obtener una nutrición completa a través de alimentos, considera agregar un suplemento nutricional o una fórmula de alimentación especializada para personas con cáncer, adicionada con ácidos grasos esenciales como el EPA y que esté diseñado para proporcionar macro y micronutrientes completos, menciona Elisa Gómez. Un artículo en el Journal of Cachexia, Sarcopenia and Muscleii encontró que los pacientes con cáncer son más capaces de alcanzar sus objetivos nutricionales al consumir suplementos orales de este tipo, adicional a los alimentos comunes. Estas bebidas nutricionales también tienen cantidades más altas de proteínas para que las personas puedan mantener su masa muscular y recuperar su fuerza y energía durante el tratamiento.

P: ¿Qué puedo hacer para ayudar a retener los alimentos y aliviar el malestar estomacal?

R: Además de los cambios en el apetito, los problemas gastrointestinales como náuseas, vómitos y diarrea pueden dificultar la retención de los nutrientes necesarios durante el tratamiento contra el cáncer.

Para ayudar con los problemas estomacales, intenta comer snacks frecuentes durante el día en lugar de depender de tres comidas grandes. “Cada vez que elijas un snack, busca aquel con mayor contenido de calorías y proteínas, como una rebanada de pan integral con mantequilla de cacahuate y manzana, o barras de semillas como linaza y chía, o cuadritos de queso”, recomienda la Dra. Gómez.

P: He escuchado que “el azúcar alimenta el cáncer”. Entonces, ¿debo evitar el azúcar durante el tratamiento del cáncer?

R: El azúcar no causa cáncer ni acelera el crecimiento del cáncer, ni interfiere con los tratamientos para el cánceriii. Las células cancerígenas simplemente tienen más canales receptores de glucosa en sus membranas, en comparación con las células sanas. Desde una perspectiva científica: eso significa que sólo afecta la forma en que

los científicos detectan las células cancerígenas, no cómo crecen las células o cómo las afecta la dieta.

Sin embargo, los alimentos con alto contenido de azúcar a menudo son refinados y carecen de la nutrición necesaria para mantenerte saludables durante todo el tratamiento. Enfócate en comer alimentos saludables y balanceados y no te preocupes por las pequeñas cantidades de azúcar que puedan tener, dice la Dra. Gómez.

P: ¿Qué pasa con la soya? ¿Puede interferir con los resultados del tratamiento?

R: La soya contiene isoflavonas, compuestos que actúan de manera similar al estrógeno en el cuerpo. Los niveles excesivamente altos de estrógeno se han relacionado con el desarrollo de ciertos cánceres, incluido el cáncer de mama dependiente de estrógeno. Sin embargo, no hay evidencia concluyente de que las isoflavonas de la soya contribuyan al crecimiento del cáncer o que sean contraproducentes para su tratamiento.

Incluso muchos estudios han encontrado que la soya disminuye el riesgo de cáncer de mama premenopáusico. La soya también es rica en proteínas de origen vegetal, lo que significa que podría ayudar a prevenir el desgaste muscular y mantenerte fuerte durante el tratamiento.