Desarrollan nanocompuestos cerámicos útiles en sector aeroespacial

Investigadores desarrollaron nanocompuestos cerámicos capaces de soportar temperaturas de entre los -150 y 150 grados centígrados que ya despertaron el interés de la Industria aeroespacial.

Estos materiales ya se están empleando en la fabricación de un sistema avanzado de nanosatélites para la observación de la Tierra, un proyecto liderado por el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial, de España.

La precisión de los datos que recopilan los satélites espaciales es fundamental, de ahí la importancia de encontrar materiales cuya composición se mantenga estable frente a cambios de temperatura que se registren en el espacio, señalaron investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en un comunicado.

Explicaron que los espejos de los satélites que observan a la Tierra soportan temperaturas que alcanzan valores muy bajos o bien superan los 100 grados centígrados, ello depende de su orientación al Sol.

Si estos se fabrican con un material que mantenga una estabilidad dimensional se podrán evitar distorsiones ópticas, que pongan en riesgo la funcionalidad de un telescopio, como ha ocurrido con el satélite GOES-17 de la National Oceanic and Atmospheric Administration.

“Vimos que no existían materiales que presentaran las propiedades térmicas y mecánicas que demanda el sector espacial, todos sufrían cambios dimensionales al calentarse o enfriarse, por lo que desarrollamos nuestros composites cerámicos, que ofrecen un buen nivel de control dimensional”, explicó Adrián Alonso, responsable de innovación del CSIC en el Centro de Investigación en Nanomateriales y Nanotecnología (centro mixto del CSIC, el Principado de Asturias y la Universidad de Ovideo).

Este tipo de materiales no se limita al sector aeroespacial, pues la industria aeronáutica ha mostrado su interés por estos nanocompuestos cerámicos en dos aplicaciones: los sistemas contramedida y los de navegación de los aviones.

Cada vez más aviones comerciales, además de los militares, incorporan sistemas de contramedida que previenen posibles ataques evitando que una arma guiada por sensores impacte contra el objetivo.

Aunque un inconveniente es que estos dispositivos pueden despistarse, por ejemplo con el calor de un láser y provocar fallos en su funcionamiento, algo que se evitaría si los materiales permanecieran más estables ante cambios de temperatura.

“Nuestros nanocompuestos también se podrán usar en el dispositivo que llevan los aviones para controlar la rotación del aparato, el giroscopio. Los espejos y marcos que componen este sistema de navegación de los aviones requiere gran estabilidad frente a cambios de temperatura y humedad, algo que ofrecen nuestros materiales”, señaló Ramón Torrecillas, responsable del equipo investigador.

Los materiales desarrollados son aluminisilicatos de litio reforzados, los cuales se producen mediante técnicas de procesamiento cerámico convencionales utilizadas a nivel industrial y también mediante la sintetización por descarga de plasma, que permite densificar el material en cortos periodos de tiempo, minimizando la formación de fases vítreas y mejorando el comportamiento mecánico de las piezas.

NTX

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