El Papa Francisco llamó a “romper la espiral de la avidez y la codicia” este lunes, durante su homilía en la Misa por la Solemnidad de la Natividad del Señor, que celebró en la Basílica de San Pedro.

El Pontífice recordó que Belén significa “casa del pan”. Dios, señaló, “sabe que necesitamos alimentarnos para vivir. Pero sabe también que los alimentos del mundo no sacian el corazón”.

Francisco explicó que con el pecado original “el hombre se convierte en ávido y voraz”, deseoso de acumular cosas como si fuera el sentido de la vida. “Una insaciable codicia atraviesa la historia humana, hasta las paradojas de hoy, cuando unos pocos banquetean espléndidamente y muchos no tienen pan para vivir”, indicó.

Sin embargo, señaló, con su nacimiento en un pesebre en Belén “Dios se hace pequeño para ser nuestro alimento. Nutriéndonos de Él, Pan de Vida, podemos renacer en el amor y romper la espiral de la avidez y la codicia”.

“Ante el pesebre, comprendemos que lo que alimenta la vida no son los bienes, sino el amor; no es la voracidad, sino la caridad; no es la abundancia ostentosa, sino la sencillez que se ha de preservar”, afirmó.

El mensaje completo del Papa Francisco puede consultarse en español en el portal de Comunicación del Vaticano.

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