La propuesta de fusión presentada por Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) para unirse con Banco Sabadell ha sido rechazada por este último, y con razón.

La oferta de BBVA no solo subestima significativamente el valor de Sabadell, sino que también plantea serias dudas sobre la estrategia y la dirección futura de BBVA.

En primer lugar, la oferta de BBVA parece ser oportunista y poco convincente. La caída significativa y la volatilidad en el precio de las acciones de BBVA en los últimos días plantean dudas sobre la estabilidad y la fortaleza financiera de la entidad.

Esto genera incertidumbre sobre la capacidad de BBVA para llevar a cabo una fusión de manera exitosa y generar valor a largo plazo para los accionistas de ambas entidades.

Además, la estrategia de BBVA de buscar fusiones como medio para crecer plantea interrogantes sobre su capacidad para competir en un entorno bancario cada vez más complejo y competitivo. En lugar de buscar fusiones como solución rápida, BBVA debería centrarse en fortalecer su posición actual, mejorar su rentabilidad y garantizar la estabilidad a largo plazo.

La propuesta de fusión de BBVA con Banco Sabadell parece ser impulsada más por una necesidad desesperada de crecimiento que por una estrategia sólida y bien pensada.

Banco Sabadell ha tomado la decisión correcta al rechazar la oferta, ya que confía en su capacidad para generar valor como entidad independiente y no se deja llevar por ofertas que no reflejan su verdadero potencial.