El presidente de Francia, Emmanuel Macron, prometió aumentar el salario mínimo como respuesta a semanas de violentas protestas contra el aumento de precio en combustible y otras necesidades básicas que han afectado las grandes ciudades del país europeo.

En un discurso transmitido por televisión nacional, Macron anunció que el salario recibirá un aumento de 100 euros mensuales, por lo que en lugar de resultar en mil 500 (aproximados), serán mil 600 euros por mes.

Así mismo compartió que los impuestos para pensionados con bajos ingresos serán cancelados; el salario por horas extras tampoco pagará un impuesto y los empleadores serán alentados a pagar un bonus a final de año, libre de impuestos, a sus empleados.

Macron se rehusó a aumentar los impuestos a la clase adinerada, argumentando que “esto nos debilitaría, necesitamos crear trabajos”.

“Queremos una Francia donde uno pueda vivir en dignidad con el trabajo de uno, y en esto hemos avanzado demasiado lento”, remarcó, y reconoció que el pueblo francés demostró con las protestas que no están satisfechos con sus condiciones de vida y que “no han sido escuchados”.

Macron, quien solía desempeñarse como banquero, ha sido criticado en el pasado por no escuchar las adversidades a las que se enfrentan los trabajadores.

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