No obstante la polémica que se generó en el mercado atunero por el tema de la soya, la industria prevé que en esta temporada de Cuaresma se incremente el consumo de este producto entre los mexicanos, a diferencia del año pasado.
“(La industria) va bien porque estamos en plena temporada y con ciertos números mejores que la temporada pasada”, señaló Juan Ramón Sobero, director de Recursos Humanos de Grupo Marítimo Industrial (Grupomar).
En el marco del taller sobre el atún y la sardina mexicana, y su sello de certificación en sustentabilidad MSC, convocado por Infoatun e Infosardina, agregó que debido a todos los preparados que se tienen que hacer, el pescado fresco resulta más caro que consumirlo y el enlatado resulta una buena opción.
Recientemente la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) dio a conocer que, tras un estudio, encontró que 18 de 57 presentaciones de atún envasado analizadas contienen soya, sin precisar al consumidor la cantidad de la misma.
En ese sentido, Ramón Sobero consideró que toda la información que se generó sobre este tema sirvió para dar más claridad en el etiquetado, “que es algo que estamos peleando para que el consumidor esté correctamente informado y pueda hacer la elección que más quiera”.
Pese a ese tema, al momento la industria va con buenos números, pero no se puede anticipar si habrá algún impacto negativo al cierre de la temporada.
“El producto es tan noble y tan básico en la alimentación diaria, sucede con los productos de gran consumo, que su afectación tiende a ser mínima porque la oportunidad de poder comer un trozo de carne enlatado al precio que tiene, para mucha gente sigue siendo básico”, indicó.
Para la industria es importante que se continúe consumiendo atún en México, ya que el consumo per cápita es de nueve latas al año, por debajo del que se tiene en otros países del mundo, recordando que puede ser una herramienta muy importante para abatir los problemas de obesidad y diabetes, en particular la obesidad infantil.
Este producto del mar es alto en contenido de ácidos grasos Omega 3 y otros nutrientes, de fácil transporte a zonas marginadas y aisladas para su distribución, y su precio es accesible a un amplio sector de la población.
Con información de NOTIMEX