Una base estadística de fácil comparativo ayudará a la economía en el 2° semestre del año

En un entorno en donde la expectativa promedio de crecimiento de la economía mexicana ronda 0.9% anual hasta la fecha, estamos por conocer el informe trimestral del Banxico en el que seguramente ajustará a la baja su última previsión de crecimiento de 1.3% anual.

Ya con un primer semestre del año con un crecimiento apenas de 0.2%, resulta muy difícil estimar que la economía tenga la capacidad de crecimiento de 1.6% en el segundo semestre para alcanzar ese 0.9% promedio.

Sin embargo, dentro de los aspectos positivos para ver una mayor actividad está la necesidad de poner en marcha el gasto público.

A finales de julio, el Gobierno federal por conducto de la SHCP comentó de un programa por 485 mil millones de pesos para activar la economía a través de 18 programas de infraestructura, inversión física y consumo privado. Consideramos que parte de este recurso se estará ejecutando en el presente año.

Otro punto positivo son las remesas familiares acumuladas al primer semestre del año de 16 mil 846 millones de dólares. Forman parte de la actividad económica de Estados Unidos y aunque estamos viendo un proceso de desaceleración, la tasa de crecimiento en ese país se está moderando hacia 2.2% anual, su tasa promedio de crecimiento en los últimos 20 años.

La producción diaria de crudo lleva ya tres meses estabilizándose en 1.66-1.67 millones de barriles diarios. Si bien no genera un cambio para la evaluación del riesgo Pemex, es bueno saber que ya ha frenado su caída. Comparativamente el primer semestre de 2019 vs. el mismo período de 2018 se contrajo 10%.

Estadísticamente el tercer trimestre tendrá un comparativo vs. una tasa de crecimiento de 0%. Por ello, consideramos muy baja la probabilidad de una economía recesiva, aunque sí con crecimiento muy modesto.

Algunos sectores se han salvado de una recesión como el sector de manufactura, que ayudado por el intercambio comercial con Estados Unidos creció en el segundo trimestre del año 1.5%. Otro sector fue el de comercio minorista, que mejoró la tasa de crecimiento del primer trimestre del año apenas en 0.5% a 4.4% del segundo trimestre. También el sector de servicios turísticos y de alimentos que pasó de -0.3 a 1.1% en el segundo trimestre del año.

El sector financiero y de seguros se ha desacelerado, pero creció 2.4% de abril a junio, dentro de un ambiente en donde las tasas de interés tenderán a bajar conforme el Banxico pueda hacerlo, siguiendo a la Fed y en la medida de lo posible, por los riesgos de salida de flujos de tenencia de extranjeros en nuestros mercados para evitar un tipo de cambio que supere consistentemente los $20.00 (mercado interbancario) y generen riesgos sobre la inflación.

El sector de la construcción ha caído con una tasa negativa de 5% y representa casi 8% de la actividad económica del país. Es probable que el Gobierno de la Ciudad de México vuelva a reanudar los permisos de construcción y empiece a generar mayor actividad, así como el Gobierno federal haga lo pertinente en esta materia.

Es por ello que consideramos que la economía mostrará un ligero mejor desempeño en el segundo semestre del año. Sin embargo, quedan temas pendientes como la ratificación del T-MEC por parte de los Congresos de Estados Unidos y Canadá, la revisión de las calificadoras a la nota soberana de México y de Pemex, el tema de gobernanza (Estado de Derecho, inseguridad, incertidumbre política y corrupción), el riesgo global que ha generado el proteccionismo comercial y para nuestra desgracia, la desaceleración que está teniendo la economía de Estados Unidos.

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