Los analistas de Wall Street se están rascando la cabeza sobre la medida en que una nueva regla arcana de derivados afectará el rendimiento de los grandes bancos a medida que concluyan el cuarto trimestre.
La regla es una serie de medidas introducidas por los reguladores para disuadir a los bancos de asumir riesgos excesivos en el mercado de derivados extrabursátiles que contribuyeron a la crisis financiera de 2007-2009.
Su objetivo es hacer que los requisitos de capital de los bancos sean más sensibles a los riesgos de contraparte planteados por dichas operaciones.