Rusia envió el viernes su señal más fuerte hasta ahora de que está dispuesta a comprometerse con las propuestas de seguridad de Estados Unidos y reiteró que no quiere una guerra por Ucrania.

“Si depende de Rusia, entonces no habrá guerra. No queremos guerras. Pero tampoco permitiremos que nuestros intereses sean pisoteados groseramente, que sean ignorados”, dijo el ministro de Asuntos Exteriores Sergei Lavrov a las estaciones de radio rusas en una entrevista.

Rusia ha reunido a decenas de miles de tropas cerca de la frontera ucraniana mientras presiona las demandas de un rediseño de los acuerdos de seguridad posteriores a la Guerra Fría en Europa.

Estados Unidos y sus aliados han advertido al presidente Vladimir Putin que Rusia se enfrentará a sanciones económicas rápidas y duras si ataca a Ucrania.