El BCE comienza ciclo de alzas y da a conocer nueva herramienta de política monetaria: Valmex – Análisis

El Banco Central Europeo decidió elevar sus tres tasas de interés de referencia en 50 puntos base y aprobar el Instrumento para la Protección de la Transmisión (Transmission Protection Instrument, TPI) para buscar que la inflación regrese a su objetivo de 2 por ciento en el mediano plazo.

Estos son los primeros pasos hacia la normalización de la política monetaria y en los anuncios posteriores las tasas de interés seguirán aumentando, aunque la magnitud de los ajustes dependerá de los datos.
A partir del 27 de julio, las tasas de interés para operaciones de refinanciamiento, préstamos marginales y depósitos aumentarán a 0.50, 0.75 y cero por ciento, respectivamente.

La intención de la Junta de Gobierno del BCE es continuar reinvirtiendo totalmente los pagos de principal de los activos relacionados con el programa de compras masivas (Asset Purchase Programme, APP) por un período largo, por el tiempo que sea necesario para mantener las condiciones de liquidez en los mercados. Las reinversiones de capital provenientes de los activos del programa de compras de emergencia por la pandemia (Pandemic Emergency Purchase Programme, PEPP) continuarán al menos hasta fines de 2024.

El nuevo instrumento, el TPI, busca la transmisión efectiva de la política monetaria y se activará para contrarrestar eventos no deseados y desordenados que constituyan una amenaza a la postura monetaria, vía compra de activos de manera discrecional en el mercado secundario, dependiendo de la situación específica del país en que se aplique, bajo la condición de que tengan finanzas públicas sanas, sin desequilibrios macroeconómicos excesivos y con sustentabilidad fiscal.

El mandato único del BCE es una inflación cercana a 2 por ciento y las medidas anunciadas van en ese sentido, aunque su impacto no será evidente en el muy corto plazo.

La inflación anual en junio se ubicó en 8.6 por ciento y, pese a que la actividad económica se está desacelerando, la Junta de Gobierno del BCE espera que la inflación siga siendo más alta de lo deseado durante algún tiempo, sobre todo por las presiones provenientes de los precios de la energía y de los alimentos, asociados en buena medida por el impacto de la invasión de Rusia a Ucrania, pero también por la reciente depreciación del euro.

La estabilización de los precios de energía y las distorsiones en los cuellos de botella sólo se atenuarán si el conflicto bélico baja de intensidad y las decisiones de Rusia sobre el suministro de energía se relajan, lo cual no se percibe en el muy corto plazo, por lo que consideramos como probable que el siguiente ajuste en las tasas de referencia por parte del BCE sea de la misma magnitud.

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