Dado que se espera que la Reserva Federal aumente su tasa de interés clave en tres cuartos de punto porcentual el miércoles para combatir la alta inflación, la atención se centrará en la profundidad con la que se han registrado los signos de una posible desaceleración económica con sus responsables políticos.

Sin embargo, las noticias entrantes no son del todo malas. El Departamento de Comercio informó el miércoles de un salto inesperado en los pedidos de bienes duraderos en junio, una señal de la continua inversión comercial, y sus estimaciones para los inventarios minoristas y las exportaciones el mes pasado también fueron sólidas.

Aún así, el probable aumento en la tasa objetivo de los fondos federales, la herramienta clave de la Fed para tratar de reducir la inflación de un máximo de cuatro décadas, llevará al banco central de los Estados Unidos a una especie de marcador de milla, ya que alcanza un nivel de alrededor del 2,4 % que se estima que ya no fomenta la actividad económica.