El presidente Volodymyr Zelenskiy dejó de lado a su amigo de la infancia como jefe del servicio de seguridad de Ucrania, y a otro aliado cercano como alto fiscal, en la mayor purga interna de la guerra de Kiev, citando su incapacidad para erradicar a los espías rusos.

Las carreras del jefe del servicio de seguridad de la SBU Ivan Bakanov y la fiscal general Iryna Venediktova habían personificado la política de Zelenskiy de poner a los jóvenes leales a cargo de la lucha contra la corrupción desde que el antiguo cómic de televisión llegó al poder en 2019.

Pero casi cinco meses después de la invasión de Rusia, el presidente reconoció que sus dos aliados no habían logrado erradicar a los traidores y colaboradores en sus organizaciones.

Zelenskiy dijo a última hora del domingo que los dos habían sido removidos de sus puestos. El jefe adjunto de la administración de Zelenskiy aclaró a primera hora del lunes que habían sido suspendidos a la espera de una nueva investigación, en lugar de despedidos.