La economía mundial muestra signos de volatilidad. Análisis

FMI: menor crecimiento mundial en 2023

A inicios de 2023, la economía muestra signos de volatilidad debido a
una inflación persistentemente alta y turbulencias en el sector
financiero. A pesar de la recuperación económica tras la pandemia,
guerra entre Rusia y Ucrania, repunte de la economía China, mejoras
en las cadenas de suministro, política monetaria restrictiva por parte
de los principales bancos centrales y la disminución en los precios de
energía y alimentos la inflación continúa en niveles elevados.

En el escenario base, el crecimiento global se sitúa en 2.8 y 3.0 por
ciento para 2023 y 2024, respectivamente. Lo que significa un ajuste a
la baja para ambos años, respecto a las estimaciones de enero del
2023, ya que la inflación ha sido más persistente de lo que se
anticipaba. La inflación ha disminuido principalmente por la caída en
los precios de energía y alimentos; sin embargo, el componente
subyacente, que excluye los precios más volátiles, todavía continúa en
niveles elevados.

En este escenario, el crecimiento en Estados Unidos
será de 1.6 por ciento en este año y 1.1 por ciento el siguiente. Ambas
cifras se revisaron al alza debido a la resiliencia de la demanda
interna. En China, el crecimiento estimado es de 5.2 y 4.5 para 2023 y
2024, respectivamente, debido a la reapertura de su economía. Con
base en ello, se espera que el crecimiento de su economía genere
efectos positivos sobre países que tengan fuertes vínculos comerciales
y dependencia del turismo chino.

Y en la eurozona el crecimiento en este año se espera que toque fondo en 0.8 y aumente a 1.4 por ciento en 2024; el ajuste al alza para 2023 se debe a una caída en los precios de alimentos y energía que han brindado alivio a los consumidores e importadores. El FMI estima que la economía mexicana crecerá 1.8 por ciento en este año y 1.6 por ciento en 2024. Un escenario alternativo arroja un crecimiento global de 2.5 por ciento para este año.


El FMI reconoce que los riesgos al panorama continúan sesgados a la
baja debido a mayor incertidumbre por las tensiones en el sector
financiero, posible intensificación de la guerra en ucrania, inflación
subyacente más persistente de lo previsto y mayor fragmentación
geopolítica. Los riesgos al alza están impulsados por un crecimiento
mundial más resistente de lo previsto, como en 2022, debido al exceso
de ahorro acumulado tras la pandemia y mayor consumo por parte de
los hogares, aunque complicaría la lucha contra la inflación.
Se prevé que la inflación global disminuya más lento de lo anticipado
de 8.7% en 2022 a 7.0% en 2023 y 4.9% en 2024, respectivamente.


La baja proyectada en la inflación refleja la disminución de los precios de
combustibles y materias primas debido al debilitamiento de la
demanda global. Sin embargo, la inflación subyacente aún no ha
alcanzado su punto máximo en muchos países. El FMI sugiere que las
prioridades políticas deben ser asegurar una clara trayectoria
descendente de la inflación, una política monetaria estable y
comunicación clara por parte de los bancos centrales y salvaguardar la
estabilidad financiera.

Victor Ceja, Economista en Jefe de VALMEX y Alejandra Cortés y Luis Fernando economistas de VALMEX

Cortesía VALMEX

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