La violencia armada en Estados Unidos no deja de crecer

Con el tiroteo masivo en Allen, Texas ocurrido el 6 de mayo, ya se registran 200 de estos sucesos en lo que va de 2023, de acuerdo con organizaciones estadounidenses.

Desde febrero de 2023, todas las semanas se han reportado, por lo menos, siete tiroteos masivos.

Si bien no existe un consenso oficial de lo que constituye un tiroteo masivo, organizaciones de Estados Unidos como el Archivo de Violencia Armada, definen un tiroteo masivo como aquel donde mueren o resultan heridas al menos cuatro personas. Esta misma organización asegura, el aumento de este tipo de incidentes ha crecido desde 2014, aunque no de manera constante.

En 2021 se registraron 690 incidentes donde más de cuatro personas resultaron heridas. En 2022 se reportaron 647 tiroteos masivos, si bien la cifra fue ligeramente menor, continuó siendo considerablemente más alta respecto a los años previos al 2020.

Por esta parte, en el tiroteo que tuvo lugar el 6 de mayo de 2023, ocho personas fueron reportadas muertas, entre ellas un menor de edad, y siete heridas, de acuerdo con información proporcionada por el departamento de bomberos de Allen.

Contrastando, en Estados Unidos la primera causa de muerte infantil son las lesiones por armas de fuego. Un estudio de la Universidad de Missouri asegura que el aumento de los casos de niños lesionados por armas de fuego está relacionado con la pandemia de Covid-19.

De acuerdo con información del Archivo de Violencia Armada, en el transcurso de 2023 se han registrado 200 ataques con armas de fuego. Amnistía Internacional estima que el promedio anual de muertes provocadas por tiroteos masivos es de 34 mil 538 personas, y el de personas lesionadas es 85 mil 694.

Existe la creencia de que los atentados con armas de fuego estaban relacionados con las enfermedades mentales. Sin embargo, investigaciones como la realizada en la Universidad de Columbia demuestran que en la mayoría de los atentados los atacantes no padecen de enfermedades mentales graves.

La “pandemia de violencia armada” vivida en Estados Unidos está relacionada a diversas circunstancias que se relacionan entre sí. Las legislaciones permisivas de ventas de armas favorecen a este contexto.

Se estima que los estadounidense, quienes representan el 5% de la población mundial, son dueños del 45% de las armas en el mundo. Al ser las leyes y normas de cada estado distintas es difícil determinar el número de armas vendidas cada año.

Algunos estados han promulgado nuevas leyes para regular el control de las armas de fuego. Tal es el caso de Michigan, que estableció una ley para exigir la revisión de antecedentes penales para la compra de escopetas y fusiles. En 2023, el Congreso de Washington también aprobó la prohibición de distintos tipos de fusiles semiatomáticos.

Durante 2022, Joe Biden promulgó un proyecto para endurecer la revisión de antecedentes para compradores de armas jóvenes. Este dicta, las personas que han cometido delitos de violencia doméstica no pueden adquirir armas de fuego de ningún tipo y permite a los tribunales confiscar las armas a las personas que den señales de actos violentos.

Tras el tiroteo masivo ocurrido en Allen Texas, Biden exigió nuevamente al Congreso un proyecto de ley para prohibir las armas de asalto y los cargadores de alta capacidad, así como la promulgación de verificaciones de antecedentes universales e iniciativas que detengan “la inmunidad” de los fabricantes de armas.

NTP

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