Crisis energética en Europa: Un tipo diferente de shock a la oferta

Norbert Rücker, jefe de economía e investigación de Next Generation, Julius Baer

  • El nerviosismo y los temores por el suministro continúan. Esto contradice la realidad de los fundamentos con el almacenamiento de gas natural a tope.

El nerviosismo continúa en los mercados energéticos. Los precios permanecen elevados en medio de las disputas laborales que amenazan con afectar las exportaciones de gas de Australia y de los trabajos de mantenimiento que afectan el flujo hacia el sur. Sin embargo, cuando se consideran los factores fundamentales, este nerviosismo parece no tener razón de ser. El almacenamiento de gas natural está lleno a tope, con otros dos meses para el inicio de la temporada de calefacción. Normalmente el almacenamiento se llena a una tasa de 130 millones de metros cúbicos al día hasta mediados de octubre. Esta tasa debe reducirse a la mitad para evitar que la capacidad de almacenamiento se agote por completo. Algo tiene que ceder. Estas son las posibles opciones:

  • Las importaciones de gas natural ya están a la mitad de los niveles de 2022, obligando a las terminales a permanecer parcialmente inactivas. Las importaciones podrían caer aún más hasta los mínimos de 2021, pero las obligaciones contractuales probablemente han incrementado en el inter.
  • El trabajo de mantenimiento en Noruega podría continuar por razones planeadas y no planeadas, limitando el flujo por semanas en lugar de días.
  • El uso de gas natural podría incrementarse, especialmente el uso en plantas de generación de electricidad, dada su flexibilidad operativa. Con la flota nuclear francesa regresando a la operatividad, la flota de carbón lignito alemana debe hacer espacio para otras fuentes.
  • Ucrania recibe gas natural mediante Europa del este, considerando que la mayor parte de su capacidad de almacenamiento está en el oeste del país. En teoría, esa capacidad de almacenamiento podría absorber completamente el exceso, pero la capacidad de los gasoductos parece ser una limitante para que esta opción alcance su potencial.

El común denominador de estas opciones es menores precios y riesgos al suministro durante el invierno. Los menores precios podrían apuntar a una disminución de las importaciones y un alza en la demanda de las plantas de generación. Más capacidad de almacenamiento en Ucrania y una mayor disponibilidad global de gas natural disminuyen los temores de falta de suministro en el invierno. Asia también está comprando menos gas debido a su giro hacia energías limpias, carbón y energía nuclear, y el mercado no parece vulnerable a los riesgos a las exportaciones australianas. Las próximas semanas deberían traer un periodo deflación energética que probablemente dure demasiado poco para ser relevante económicamente.

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