La agencia calificadora Fitch Ratings ha modificado la perspectiva de Petróleos Mexicanos (Pemex) de ‘negativa’ a ‘estable’, manteniendo su calificación en ‘B+’.

Esta actualización refleja el compromiso del gobierno mexicano de respaldar a la compañía, evidenciado en el presupuesto federal aprobado por la Cámara de Diputados, que incluye una inyección de capital de 8.5 mil millones de dólares para Pemex.

Esta medida se presenta como un alivio para la petrolera estatal, ya que reduce significativamente la presión financiera inmediata, especialmente en cuanto a los vencimientos de deuda para el próximo año, que ascienden a 10.9 mil millones de dólares. El saldo restante será cubierto mediante la reducción del fondo de utilidad compartida, según lo establecido en el presupuesto.

Sin embargo, aunque esta inyección de capital representa un respiro para Pemex en el corto plazo, la empresa enfrenta desafíos a futuro. A pesar de las mejoras, aún se enfrenta a dificultades financieras considerables. La agencia proyecta que entre 2024 y 2027, Pemex tendrá un déficit de efectivo estimado en 30 mil millones de dólares, con un promedio anual de 7 mil millones de dólares, además de vencimientos por 20 mil millones de dólares entre 2025 y 2027.

La incertidumbre sobre el apoyo futuro a Pemex está influida por la elección presidencial de 2024, lo que genera dudas sobre el respaldo que la empresa podría recibir en 2025 y en los años siguientes. A pesar de este respaldo financiero a corto plazo, persisten interrogantes sobre la capacidad de Pemex para abordar sus desafíos financieros a largo plazo.