Siria y Rusia acusaron a Estados Unidos de planear “una provocación” con el fin de justificar una nueva agresión contra Damasco y hacer descarrilar la próxima ronda de conversaciones de paz en Astana.
“Las acusaciones de Estados Unidos son totalmente infundadas y engañosas”, informó la cancillería siria en un comunicado difundido por la agencia de noticias de su país SANA, en referencia a las denuncias de Washington sobre los preparativos del gobierno de Siria para lanzar un ataque con armas químicas.
Destacó que las denuncias de Estados Unidos “son solo un medio” para justificar una nueva agresión contra Siria, similar a la que ocurrió en abril pasado cuando Washington atacó una base aérea siria, que según dijo había sido usada para realizar un ataque químico a la población de Khan Sheikhoun, que dejó casi 90 muertos.
El Ministerio sirio de Relaciones Exteriores indicó que “cualquier agresión contra su Ejército y su pueblo es un favor a los grupos terroristas y contradice los principios y objetivos de las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”.
Este jueves, el canciller ruso Serguei Lavrov informó que el secretario estadounidense de Estado, Rex Tillerson, le dijo por teléfono que Washington cuenta con información sobre los presuntos preparativos del régimen de Bashar al Assad de lanzar un ataque químico.
Lavrov puso en duda la veracidad de la información de Estados Unidos y advirtió que los extremistas podrían aprovechar la advertencia para realizar una provocación y atribuirla al gobierno sirio.
Por su parte, Rusia ha recibido información de que los rebeldes sirios ya han elaborado videos falsos para acusar a Damasco de un ataque químico en las localidades de Saraqib y Arihah, en la provincia de Idlib, que está en poder de los insurgentes, reportó la vocera de la cancillería rusa, María Zakharova.
Agregó que tal acción tendría como objetivo descarrilar la próxima ronda de conversaciones de paz para Siria, medidas por Rusia, Turquía e Irán, prevista para la próxima semana en Astana (Kazajistán).
El intercambio de acusaciones entre Estados Unidos y Siria junto con su aliada Rusia refleja un incremento de la tensión entre Washington y Moscú en momentos en que el presidente Donald Trump y su colega Vladimir Putin prevén reunirse por primera vez, al margen de la cumbre del G-20, el 7 y 8 de julio en Alemania.
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