Más de 31 millones de personas se convirtieron en 2016 en desplazados dentro de sus países, 75 por ciento se debió a desastres naturales y sucesos relacionados con el clima, y el resto a hechos de violencia y conflictos, de acuerdo con el informe del Consejo Noruego para Refugiados.
El Congo y Siria encabezan la lista de desplazados internos, sin embargo, El Salvador también figura entre los primeros lugares con 220 mil personas que fueron desplazadas el año pasado debido a la violencia delictiva y de las pandillas, “lo que coloca al país en el segundo lugar en el número más alto de nuevos desplazados respecto del tamaño de la población”.
Por su parte, Asia oriental y el Pacífico representó dos tercios de los desplazamientos relacionados con fenómenos climáticos extremos como tormentas, inundaciones, incendios forestales y severas condiciones invernales en 2016, casi del doble del número de 2015.
El centro advirtió que el desplazamiento continuará teniendo consecuencias importantes a menos que sean abordadas sus principales causas: la pobreza, el cambio ambiental y la fragilidad de los estados.
En México
El más reciente informe sobre desplazados de la ACNUR alertó que entre México y Centro América un millón de personas han sido desplazas por la violencia desde el final de 2015.
Estos desplazamientos no advertidos tienen repercusiones generalizadas para los individuos y las sociedades y plantean la cuestión de dónde el fenómeno debe caer dentro del marco de desplazamiento”, agrega.
“La violencia asociada con el narcotráfico y la actividad de pandillas ha alcanzado proporciones epidémicas en México, El Salvador, Guatemala y Honduras en los últimos años. Como resultado, al final de 2015 había al menos un millón de desplazados internos, frente a 848 mil a finales de 2014, muchos de ellos expulsados de las ciudades que sufren las tasas más altas de homicidios en el mundo y niveles de violencia comparables con una zona de guerra”, dice el reporte.
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