Los precios del petróleo cayeron este viernes debido a que la caída de los precios de los bonos generó ganancias en el dólar estadounidense, mientras que se espera que la oferta de crudo aumente en respuesta a que los precios suban por encima de los niveles previos a la pandemia.

Los precios del petróleo extendieron sus ganancias por cuarta sesión el jueves para alcanzar los niveles más altos en más de 13 meses, respaldados por la garantía de que las tasas de interés estadounidenses se mantendrán bajas y una fuerte caída en la producción de crudo estadounidense la semana pasada debido a la tormenta en Texas.

Los precios del petróleo subieron el miércoles en medio de continuos cortes en Estados Unidos y un dólar más débil, pero un aumento sorpresivo en los inventarios estadounidenses la semana pasada limitó las ganancias.

Los productores de petróleo de esquisto en el sur de Estados Unidos podrían tardar al menos dos semanas en reiniciar los más de 2 millones de barriles por día (bpd) de producción de crudo que cerraron debido al clima frío, como tuberías y suministro de energía congelados. las interrupciones ralentizan su recuperación, dijeron las fuentes.

Los precios del petróleo subieron alrededor de un 3% el lunes, impulsados ​​por el lento retorno esperado de la producción de crudo estadounidense después de que el congelamiento de la semana pasada en Texas cerró la producción.

Por: Norbert Rücker, director de economía e investigación de Next Generation, Julius Baer

La histórica ola de frío en EE. UU. está provocando un shock de la oferta en el mercado del petróleo, empujando los precios por encima de 65 dólares por barril. Aunque es temporal por naturaleza, acelera la reducción de inventarios y adelanta el alza en el precio proyectada. Para Julius Baer, con la perspectiva de un repunte de la actividad de ocio y viajes a mediados de año, los fundamentos siguen siendo positivos y han aumentado los riesgos de un repunte a corto plazo por encima de los 70 dólares por barril. A largo plazo, la reactivación del negocio de shale y el debilitamiento de la cohesión de las naciones petroleras se interponen en el camino de una recuperación duradera.

Las acciones mundiales estaban luchando para evitar un segundo día de caídas este jueves, ya que los indicios de una inflación creciente liderada por un máximo de un año en los precios del petróleo y los precios del cobre más fuertes en casi una década mantuvieron a los operadores bajo control después de una carrera bulliciosa.

Al inicio de la tercera semana de febrero de 2021, los precios del petróleo se situaron en niveles por arriba de los 60 dólares. Algunas de las principales causas de los altos precios del petróleo son el optimismo tras el despliegue de las campañas de vacunación y los próximos estímulos fiscales en Estados Unidos. Asimismo, las tensiones en Medio Oriente sostuvieron el precio del crudo a precios no vistos en poco más de un año.

Los precios del petróleo se mantuvieron cerca de máximos de 13 meses el martes, apoyados por una ola de frío que cerró pozos en el mayor estado productor de Estados Unidos, Texas, aunque las ganancias fueron limitadas por un acuerdo salarial en Noruega que evitó interrupciones del suministro en Europa.

Los precios del petróleo subieron este lunes a su nivel más alto en más de un año, luego de que una coalición liderada por Arabia Saudita que luchaba en Yemen dijera que interceptó un avión no tripulado cargado de explosivos disparado por el grupo hutí alineado con Irán, lo que generó temores de una nueva crisis del Medio Oriente. Tensiones orientales.

Por: Norbert Rücker, director de economía e investigación de próxima generación, Julius Baer

Los precios del petróleo muestran fortaleza y coquetean con los 60 dólares por barril. La sólida demanda de los mercados emergentes, la siesta del shale y el acuerdo de suministro de las naciones petroleras son los elementos que impulsan la recuperación. Con la perspectiva de un repunte en la actividad de ocio y viajes a mediados de año, los fundamentos siguen siendo positivos y, dada la dinámica más fuerte de lo esperado, elevamos nuestro objetivo a corto plazo a USD 65. A largo plazo, sin embargo, la reactivación del shale y un debilitamiento de la cohesión entre petro-naciones se interpone en el camino de una recuperación duradera.

Las acciones mundiales alcanzaron un récord este lunes y el petróleo superó los 60 dólares el barril por primera vez en un año, con la esperanza de que los legisladores estadounidenses aprueben un paquete de ayuda COVID-19 de 1.9 billones de dólares este mes.

Por: Norbert Rücker, director de economía e investigación de próxima generación en Julius Baer

Los mercados del petróleo muestran optimismo, mientras que los precios se acercan a los 60 dólares por barril. La sólida demanda de los mercados emergentes, la “siesta” del shale y el acuerdo de suministro de las naciones petroleras son los elementos que impulsan la recuperación. Con las perspectivas de un repunte de la actividad de ocio y viajes a mediados de año, los fundamentos siguen siendo positivos. Al mismo tiempo, las restricciones artificiales a la producción podrían elevarse más rápidamente a medida que los altos precios revivan la perforación de lutitas y socaven el cumplimiento del acuerdo de suministro.

El petróleo alcanzó su nivel más alto en un año este viernes, acercándose a 60 dólares el barril debido a las esperanzas de reactivación económica y las restricciones de suministro del grupo de productores OPEP y sus aliados.

Los precios del petróleo subieron este lunes impulsados ​​por la caída de los inventarios y las esperanzas de una recuperación económica mundial más rápida, aunque detener el lanzamiento de vacunas y renovar las restricciones de viaje limitaron las ganancias.

Las exportaciones de petróleo iraquí aumentaron a 2.868 millones de barriles por día (bpd) en enero desde 2.846 millones de bpd el mes anterior, dijo el lunes el Ministerio de Petróleo.

El petróleo se estabilizó después de caídas anteriores este jueves impulsadas por nuevas restricciones a los viajes para prevenir nuevos brotes de coronavirus y retrasos en el lanzamiento de vacunas.