La piel es el órgano más grande y superficial, en ella se reflejan los hábitos de nuestra vida diaria, así como nuestro estado de salud y nutrición, de ahí las manchas, las ojeras, los granitos, las líneas de expresión e incluso las arrugas prematuras.

En México, ocurren alrededor de 16 mil nuevos casos de cáncer de piel cada año, de acuerdo a la Fundación Mexicana para la Dermatología,  el melanoma maligno se considera el cáncer que aumenta más rápidamente, pues su incidencia se duplica cada 10 años.

Hay tres cosas esenciales para mantener una piel sana, la hidratación perfecta, un buen descanso (entre 6 y 8 horas por día) y claro, una dieta equilibrada:

Omega 3-Una investigación de la Universidad de Manchester revela que el aceite de pescado (Omega 3) podría proteger -por menos de 30 minutos- la piel del sol.

Carotenoides– Estas substancias además de proteger la piel son un anticancerígeno muy importante. Diversos estudios demuestran que las personas que siguen una dieta rica en carotenoides presentan menos problemas con la exposición al sol ya sus células están protegidas, además, estos compuestos naturales son capaces de hacer lucir un bronceado perfecto. Están presentes en verduras y frutas como: zanahoria, jitomate, pimiento, morrón, durazno, sandía, mango y papaya.

Vitamina E y C– Ambas actúan al mismo tiempo, mientras a la vitamina E se le atribuye mayor protección, la vitamina C ayuda al cuerpo a producir colágeno, proteína que brinda firmeza y elasticidad.

Selenio– Nutriente inorgánico que ayuda a producir proteínas especiales llamadas enzimas antioxidantes. Estas enzimas juegan un papel en la prevención del daño celular. Se encuentras en las nueces de Brasil, ajo, setas, pescados, mariscos, carne roja, pollo y huevo.

JCD