El ministro de Asuntos Exteriores de Japón, Fumio Kishida, señaló este martes que instó “fuertemente” a China a desempeñar un “papel más activo” sobre cuestiones relacionadas con Corea del Norte.
Kishida, quien se reunió con el consejero de Estado chino Yang Jiechi , confirmó que Tokio y Beijing “trabajarán más estrechamente” para hacer frente a Pyongyang, reportó la agencia japonesa de noticias Kyodo.
El canciller japonés y Yang, que ocupa un cargo equivalente a un primer ministro adjunto se reunieron en Tokio, un día después de que Corea del Norte llevó a cabo su tercer lanzamiento de misiles balísticos en un periodo de tres semanas.
China es uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU) y el presidente de las conversaciones de la llamada reunión a seis bandas, que incluyen a las dos Coreas, China, Japón, Rusia y Estados Unidos.
Teniendo en cuenta que Pyongyang tiene alrededor del 90 por ciento de su comercio con Beijing, China tiene una influencia significativa sobre ese país aislado, dirigido por el joven líder Kim Jong Un.
Como Pyongyang continúa desarrollando armas nucleares y misiles balísticos en pleno desafío de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, Tokio ha estado dispuesta a reforzar la cooperación con Beijing para frenar las amenazas de Corea del Norte.
Sin embargo, ambos países han estado en desacuerdo, mientras que China busca la reanudación de las conversaciones a seis bandas, Japón no está dispuesto a reiniciar el diálogo a menos que Pyongyang exprese su intención de abandonar sus planes de arma nucleares.
Después de la reunión con Yang, Kishida dijo solamente “hemos intercambiado puntos de vista sobre el diálogo y la presión de una manera franca”. Se negó a comentar sobre los detalles de su discusión sobre el tema.
Yang está de visita en Japón cuando ambos países celebran el 45 aniversario de la normalización de las relaciones diplomáticas.
El misil del lunes fue disparado de la ciudad de Wonsan en la costa este de Corea del Norte alrededor de las 05:40 horas locales y voló alrededor de 400 kilómetros antes de caer en la zona económica exclusiva en el Mar de Japón.
El encuentro diplomático se produce cuando Corea del Norte acusó a Estados Unidos de “cometer una grave provocación militar” por el sobrevuelo de bombarderos estratégicos cerca de la frontera del país asiático, al advertir que “lleva la situación al borde de la guerra”.
“Los imperialistas de Estados Unidos están haciendo movimientos cada vez más desesperados para provocar una guerra nuclear, a pesar de las advertencias de Corea del Norte”, señala la declaración dada a conocer por la agencia estatal norcoreana de noticias (KCNA).
“Los belicistas imperialistas de Estados Unidos no deben olvidar ni por un momento que el aumento de una guerra nuclear en la península de Corea precipitaría un desastre en el que el territorio estadunidense quedaría convertido en tierra quemada”, señaló.
Fuentes gubernamentales surcoreanas citadas por la agencia local de noticias Yonhap han confirmado que dos B-1B sobrevolaron el país cinco horas después de que Pyongyang llevara a cabo su último lanzamiento de un misil balístico de corto alcance.
NTX/MiHeL