Christian Louboutin dijo alguna vez: “Los tacones son un doloroso placer”. Y es que aunque puedan provocar los peores dolores y enormes ampollas, no pueden evitarse. Los tacones son los eternos aliados y enemigos de lospies, así que lo mejor será aprender a convivir con ellos con estos consejos que sin duda podrán disminuir las molestias.
Evita la fricción-Existen algunos sprays antifricción que crean una capa protectora invisible sobre la piel, su función es evitar que el zapato roce esas partes de tu pie en las que siempre aparecen las molestias.
Plantillas-Las plantillas de silicón amortiguan el peso con cada pisada, no tienes que usar una en el pie completo, dependiendo tu problema puedes comprar para el talón o la punta. Recuerda que al usar plantillas puede ser que necesites una talla más grande.
Yoga para pies-Yamuna Zake, una profesora de yoga, desarrolló una serie de ejercicios especialmente para mejorar la relación entre pies y tacones que prometen dar un mejor equilibrio y sufrir menos.
Plataforma-La plataforma en la parte delantera te ayuda a sentir menos la altura y provoca mucho menos dolor.
Cuidado con la altura-Mientras más alto, más dolor. Guarda tus tacones de 15 centímetros para ocasiones muy especiales y para el día a día opta por una altura mediana .
Conoce tu talla-Aunque parezca obvio, conocer tu talla es fundamental. Si usas un zapato más pequeño las ampollas aparecerán de inmediato, y si usas uno más grande tu pie se ira hacia adelante apretando tus dedos y a cada paso tu talón rozará con la parte de atrás provocando un desastre total en los pies.
Congélalos-Para que tus zapatos se ajusten mejor, puedes poner bolas de periódico dentro de ellos o algo incluso mejor: llena dos bolsas de plástico con agua, mételas en tus zapatos y luego ponlos en el congelador; cuando el agua se congele aumentará su tamaño y tus zapatos se irán aflojando además al ponértelos fríos la circulación mejorará.
Con los pies en la tierra-Hay tacones que tienen suelas muy resbaladizas y hay cierto tipo de pisos que se sienten como pista de patinaje. Evita las caídas y resbalones con los antileslizantes adverbiales que puedes encontrar en cualquier zapatería, o acudir al remedio de la abuelita haciendo cortes a la suela con unas tijeras o un cuchillo.
Plan B-Hay momentos en que de plano prefieres andar descalza por la vida que volver a las alturas, para esas emergencias siempre carga contigo un par de sandalias o flats. Tus pies te lo agradecerán.
ELLE/JCD