La economía española crecerá en 2017 por encima del 2.5 por ciento y casi 3.0 por ciento, impulsada por el sector turismo y un mayor dinamismo en el consumo, según la escuela de negocios ESADE (Escuela Superior de Administración y Dirección de Empresa).
En su Informe Económico y Financiero del segundo trimestre elaborado por los profesores de Economía David Vegara y Josep Comajuncosa en colaboración con el Banco Sabadell, “el aumento del PIB (Producto Interno Bruto) no será suficiente para consolidar la recuperación” de la economía.
El documento destaca que España forma parte de la lista de países de la Unión Europea (UE) que todavía deben reducir su déficit público y su endeudamiento, mediante ajustes fiscales graduales que no perjudiquen a los sectores más vulnerables de la población.
La valoración de la economía española en el primer semestre es positiva, al observarse fortaleza de la demanda, especialmente de la inversión, que se ha traducido en un aumento de la producción industrial y buen desempeño del comercio exterior.
Como aspectos que podrían limitar esta tendencia, están la falta de definición de la política económica del gobierno de Estados Unidos, y el impacto de la salida de Reino Unido de la UE conocida como “Brexit”.
La institución académica considera que su “repercusión negativa empezará a crecer según avancen las negociaciones”, ya que sus efectos económicos fueron menos de los esperados en los meses siguientes al referéndum en ese país.
Por ello, se prevé que las consecuencias pudieran ser sobre un menor crecimiento de su economía, el aumento de su desempleo estructural y una mayor deuda pública.
Asimismo, se destaca la vulnerabilidad de algunas economías emergentes, muy dependientes de la expansión del crédito o de los incrementos en las tasas de interés.
El informe aborda las desaceleraciones de China e India y las recesiones de Brasil y Argentina, aunque se prevé un mayor crecimiento económico en América Latina.
“En México, no obstante, pese a las buenas cifras de crecimiento, éste tiende a ralentizarse por el efecto que tienen sobre el consumo y sobre la inversión unas condiciones financieras más difíciles, provocadas por la incertidumbre sobre las futuras relaciones comerciales con Estados Unidos”, agrega.
NTX/MiHeL