El nuevo presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil, Luis Fux, admitió que el país tiene por delante un año “extremadamente desafiante”, en referencia a los comicios presidenciales, en los que se desconoce si podrá participar el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva.

Fux, quien es también uno de los 11 jueces de la máxima instancia judicial del país, el Supremo Tribunal Federal (STF), tomará posesión del cargo como presidente del TSE la próxima semana

El TSE, que generalmente garantiza el transcurso adecuado de las elecciones, tendrá este 2018 un año “extremadamente desafiante”, según Fux, en referencia a los comicios de octubre próximo, en los que Lula da Silva -quien encabeza las encuestas de intención de voto-, buscaría un tercer mandato.

Sin embargo, su participación está en duda, después de que la semana pasada un tribunal de segunda instancia ratificó y amplió de nueve a 12 años la pena ya impuesta al exmandatario por un juez inferior, que le halló culpable de delitos de corrupción.

Las elecciones serán las primeras presidenciales tras la destitución de Dilma Rousseff en agosto de 2016 por un polémico “impeachment” parlamentario, y en las que Lula da Silva pretende obtener un tercer mandato.

El expresidente encabeza las encuestas con un porcentaje de entre 34 y 37 por ciento de la intención de voto, según sondeos de esta semana, y el próximo miércoles pretende lanzar su candidatura en un acto en Minas Gerais, al sureste de Brasil.

Sin embargo, la condena en segunda instancia pronunciada la semana pasada contra él podría no solo inhabilitarle, sino incluso provocar su ingreso en prisión en las próximas semanas.

Lula y su Partido de los Trabajadores (PT) indicaron que no aceptan la condena judicial, y seguirán adelante con los planes electorales pase lo que pase.

Este jueves, la presidenta de la Corte Suprema, Carmen Lucia, dijo que es “inadmisible” desacatar las decisiones judiciales, en un mensaje velado al PT y a Lula da Silva, quienes apostaron en la confrontación a la justicia con base al apoyo popular.

“Sin justicia no hay paz”, dijo Lucia, quien también tendrá un papel relevante en el futuro político de Lula da Silva si éste recurre al Supremo en última instancia para poder participar en los comicios, como es previsible que suceda.

NTX