En promedio, en México asesinan a ocho niños al día

El crimen organizado ordenó su ejecución. La última vez que Luis Barba Gutiérrez, papá de Andrés Barba Olivas, vio con vida a su hijo fue la tarde del 21 de julio de 2013 en la plaza Ciudadela de Zapopan, Jalisco. Horas antes de llevar a Andrés y a Luis Antonio Ortiz Guerra, amigo de Luis al Centro Comercial, su hijo le comentó que se reunirían con unas personas.

Después de dejarlos en la entrada de la plaza, según la averiguación previa 8533/2013 iniciada en Jalisco, Luis Antonio contactó a Isaac Álvarez, con quien se habían quedado de ver en el lugar para llevarlos a una fiesta donde conocerían a diferentes personas, entre ellas a una que les daría trabajo.

Con engaños, ambos abordaron un taxi que los trasladó a un supermercado ubicado en la intercepción de Mariano Otero y Periférico. En ese lugar los esperaba una persona más apodada “El Chici”, quien conducía una camioneta Ford negra. “El Chichi”, los llevaría al rancho La Cebada, ubicado en el bosque La Primavera, localizado al sur de la Zona Metropolitana de Guadalajara.

Al llegar a la propiedad, Andrés Barba Olivas y Luis Antonio Ortiz Guerra, ambos de 15 años, fueron recibidos por dos personas identificadas como “El Moncho” y “El Indio”. Después de invitarlos a pasar a la estancia, “El Moncho” golpeó a Luis Antonio en el cuello. En seguida, Andrés fue sometido por “El Indio”. En cuestión de segundos, ambos jóvenes fueron amordazados y amarrados de pies y manos.

La declaración previa de Isaac ante el Ministerio Público de la Fiscalía General de Justicia de Jalisco, único detenido y dejado en libertad por el homicidio de ambos menores, relata que después de someter a Andrés y a Luis Antonio, ambos fueron asesinados a golpes. Sus restos fueron encontrados el 1 de julio de 2013 a 600 metros del rancho.

El motivo de su muerte, según la declaración de a Isaac Álvarez fue que uno de los dos jóvenes se mofó de Leonardo Carrasco Niebla, hijo de José Ángel Carrasco Coronel, “El Changel”, detenido desde el 2013 en la Ciudad de México y sobrino de Ignacio Nacho Coronel.  A casi seis años de su muerte, el crimen sigue impune.

El asesinato de Andrés Barba Olivas y Luis Antonio Ortiz Guerra forma parte los 19 mil 151 asesinatos de bebés, niños y jóvenes de hasta 17 años (ocho cada 24 horas) en las 32 entidades federativas del país entre los años 2000 y 2017, según registros del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

De acuerdo con la base de Defunciones por homicidio del Inegi, los crímenes pasaron de 922 en el año 2000 a mil 498 en 2017, lo que representa un incremento del 62.47%. Del total de las victimas 14 mil 141 son hombres; cuatro mil 980 mujeres; mientras que en 30 casos no se especifica el sexo.

Los datos consultados por LA SILLA ROTA indican que entre las victimas hay bebés de días o semanas de nacidos. Según los datos, los adolescentes de entre 14 y 17 años son los más propensos a morir al concentrar 12 mil 865 homicidios, el 67.17 de la incidencia registrada durante este periodo.

Con información de LA SILLA ROTA

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