El secreto de los deportistas para definir los músculos

Funciona como “un coche híbrido en el que estás usando constantemente el modo eléctrico y un día enciendes el motor para que entre la gasolina: pega un ‘boom’, se recarga todo y vuelves a apagarlo”. Con esta metáfora automovilística explica la experta en nutrición deportiva Bárbara Sánchez qué es el refeed day, un concepto que hace referencia a un periodo de recarga de hidratos de carbono que se intercala en la rutina de una dieta hipocalórica. Este tipo de dieta baja en calorías suele hacerse a base de una ingesta media o alta de proteínas, baja en grasas y mínima en carbohidratos, lo que potencia la pérdida de peso y aumenta la definición muscular. El refeed day, un periodo que suele durar entre 5 horas y 2 días, es una bienvenida excepción a la rutina que, además, tiene el curioso efecto de definir la musculatura. Todo son ventajas, ¿o no?

Esta estrategia puede sonarle extravagante al común de los mortales, pero es bien conocida en el mundo del deporte. El paréntesis en la dieta produce un chute de energía que permite a los deportistas mejorar el rendimiento y ser más eficientes e intensos en el ejercicio. Esto promueve, a su vez, la quema de grasas y evita la pérdida de masa muscular; mientras haya reservas de glucógeno el cuerpo tirará menos de otros recursos para optimizar su funcionamiento. Esta molécula es el combustible más eficaz y fácil de usar para, entre otras cosas, asegurar el correcto funcionamiento del sistema nervioso y el cerebro, se almacena en los músculos y el hígado, y procede de la glucosa que el organismo obtiene de los carbohidratos.

A nivel estético, la carga de carbohidratos hace que los músculos (que son auténticos seguros de vida cuando se cuidan adecuadamente) se expandan, que se perciban más definidos y con mayor masa. Eso explica que “se suele hacer antes de sesiones de fotos, por ejemplo”, para lucir un físico más marcado, comenta el experto en nutrición deportiva Sergio Espinar. Pero no siempre te hará lucir más fuerte. El cambio se nota cuando el individuo tiene un índice de grasa corporal bajo pero, cuando es alto, esa mejora de la apariencia no es perceptible. Además, hay voces discordantes respecto a su utilidad fuera de los platós, como la del médico especialista en medicina del deporte José Antonio Villegas, quien enfatiza el carácter pasajero del beneficio: “Los músculos se hinchan, se notan más, tienes más rendimiento y psicológicamente te sientes mejor, pero el glucógeno almacenado se pierde y vuelves a la misma situación”. Entonces, ¿esta recarga de carbohidratos es solo un espejismo o verdaderamente vale la pena?

Con información de EL PAÍS

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