Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, anunció la apertura del proceso de “impeachment” contra Donald Trump

La presidenta de la Cámara de Representantes de EE UU, la demócrata Nancy Pelosi, ha anunciado la apertura de un juicio parlamentario o impeachment contra el presidente Donald Trump. “Las acciones del presidente han vulnerado seriamente la Constitución”, ha afirmado Pelosi. La noticia había sido adelantada horas antes por varios medios estadounidenses. Esta misma tarde, el mandatario republicano había anunciado su deseo de hacer pública la polémica conversación telefónica mantenida con el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, el pasado mes de julio y que se encuentra en el origen del escándalo político que ha derivado en el anuncio de Pelosi.

Hasta la fecha, la demócrata había sido reticente a lanzar un impeachment contra el presidente porque consideraba que el asunto era demasiado divisivo. Pero tras el último escándalo político que ha puesto en el punto de mira a Trump —la conversación telefónica en la que el mandatario estadounidense habría supuestamente coaccionado al presidente ucranio para que investigase al hijo del exvicepresidente Joe Biden— Pelosi se habría reunido con congresistas demócratas moderados que creen que el mandatario ha podido cruzar una frontera infranqueable si usó su poder para presionar a un líder extranjero con el fin último de perjudicar a un rival político.

Estos mismos demócratas, en concreto siete de ellos, publicaban el lunes por la noche un artículo de opinión en la edición digital del diario The Washington Post en el que aseguran que si Trump había pedido al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, que investigara al hijo de Joe Biden, se estaría ante “una flagrante e inaceptable violación de la ley”. Este martes, el presidente anunció a través de Twitter que ha autorizado la publicación, mañana miércoles, de la transcripción de su conversación telefónica con el mandatario ucranio.

“Para mantener y defender la Constitución, el Congreso debe determinar si el presidente estaba dispuesto a usar su poder y retener fondos de asistencia para convencer a un país extranjero de que le ayudara de cara a las próximas elecciones”, se lee en la carta de los congresistas Gil Cisneros, Jason Crow, Chrissy Houlahan, Elaine Luria, Mikie Sherrill, Elissa Slotkin y Abigail Spanberger, todos ellos en su primer mandato en el Capitolio de EE UU.

“Hemos entregado nuestras vidas al servicio y la seguridad del país”, aseguran los congresistas, que enfatizan que no son políticos profesionales, sino que provienen de sectores como el Ejército, el departamento de Defensa o el espionaje. “Ahora, nos unimos para mantener ese juramento [de defender el país] ante el terreno desconocido en el que nos adentramos y las alegaciones hechas contra el presidente Trump”, escriben los siete representantes.

Mientras esto sucedía, Trump insistía en definir la última crisis de su Administración como una nueva “caza de brujas”. “Es ridículo”, declaró el mandatario preguntado sobre el caso a su llegada a la sede de Naciones Unidas antes de ofrecer su discurso en la Asamblea General. “Sigo liderando las encuestas y no tienen ni idea de cómo pararme”, insistió Trump, a pesar de que los candidatos demócratas están por delante de él en la mayoría de los casos. “La única manera con la que se les ocurre pararme es con el impeachment”, finalizó.

El punto del día en el Congreso respecto a la nueva trama de posible corrupción política que perjudica al presidente, a un país extranjero y a un rival político de la actual Casa Blanca discurrió sobre la ya polémica ayuda económica de Washington a Kiev. Trump habría utilizado esa ayuda como moneda de cambio para intentar que Volodímir Zelenski investigara a Hunter Biden por su papel en la principal empresa privada de gas de Ucrania, Burisma.

Trump reconoció haber “congelado” los fondos para Ucrania antes de llamar a Zelenski el pasado 25 de julio, llamada que está en el origen de esta nueva trama y que fue hecha pública de forma anónima por un delator. Lo que matizó Trump a lo largo de la mañana es que decidió bloquear la ayuda de millones de dólares, porque consideraba injusto que EE UU contribuyera con fondos y otros países de la órbita europea como Francia y Alemania no lo hicieran. “¿Por qué solo Estados Unidos está poniendo dinero?”, se preguntó Trump echando balones fuera, aunque informó de que ese dinero finalmente llegó a su destino.

La trama crece y el drama tendrá un acto central este próximo jueves, plazo final dado por Pelosi al director nacional de Inteligencia en funciones, Joseph Maguire, para que entregue los detalles de la denuncia hecha por el delator sobre la llamada de Trump al presidente ucranio. De acuerdo con la ley, cualquier asunto que sea definido de “máxima urgencia” debe de ser compartido con el Congreso. Y este lo es.

La llamada entre Trump y Zelenski ha desatado un auténtico terremoto político en Washington. Primero provocó que un funcionario sin identificar presentara una queja interna ante el espionaje estadounidense el 12 de agosto al considerar preocupante su contenido. Y desde entonces, el escándalo ha ido creciendo hasta alcanzar el punto máximo de petición de impeachment al presidente.

Con información de EL PAÍS

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.