HR Ratings comenta respecto al reporte de inversión fija bruta a noviembre, el cual muestra debilidad en general, pero con signos de cierta recuperación en la construcción residencial

La inversión fija bruta volvió a reflejar debilidad en noviembre. Aunque sí hubo cierta recuperación en el mes vs. octubre, la tendencia de corto plazo medida con base en el promedio móvil de tres meses, sigue mostrando un deterioro. Para cambiar la tendencia probablemente sería necesario la reactivación del gasto público en los próximos meses o el arranque por parte del sector privado de proyectos de inversión apoyados por el gobierno.

Por su parte, la inversión en maquinaria y equipo importado muestra fuertes signos de recuperación después de meses de caídas. La aprobación del T-MEC podría ayudar al reducir la incertidumbre relacionada con cambios en las cadenas de suministros, sin embargo, la debilidad en las exportaciones manufactureras en los meses recientes hace poco probable que observemos un repunte significativo en el corto plazo. Asimismo, el crecimiento en las importaciones de maquinaria no refleja un impacto en el componente de producción, aunque en términos estrictos la cadena productiva lo promueva.

El otro componente de la inversión, la nacional, repuntó fuertemente en el mes, y aunque en términos trimestrales cayó, HR Ratings considera que la inversión en maquinaria y equipo nacional podría estar tocando fondo de manera que podríamos observar un repunte en términos trimestrales anualizados en los primeros meses de 2020. No obstante, la materialización de nuestra expectativa de repunte depende de la recuperación de la confianza empresarial y de una política monetaria menos restrictiva.

Finalmente, la construcción residencial la cual había mostrado un fuerte repunte en el cuarto trimestre de 2018 (4T18), extendiéndose al primer trimestre, ahora se encuentra en un periodo de estancamiento, aunque en noviembre hubo cierta recuperación, pero no en el trimestre en su conjunto.

La tabla muestra la caída de 5.1% (a tasa anualizada) en la inversión fija total en el trimestre vs. el trimestre que finalizó en agosto. Esto fue resultado de la caída de 15.8% para la construcción y un fuerte avance de 6.85% para la inversión en maquinaria y equipo.

En la Gráfica 1 se pueden observar las fuertes caídas en la inversión en su conjunto, así como en sus rubros de construcción y de maquinaria, que iniciaron en la primavera de 2018, con un breve repunte en el primer trimestre de 2019.

Dentro de esta evolución general es importante notar que la debilidad en la construcción, aunque más notable en 2019, se inició en 2015 cuando llegó a sus niveles máximos al cierre de 2014 (con una breve excepción en octubre de 2015). Esto se relaciona con los fuertes recortes en el gasto en inversión presupuestaria con el propósito de conseguir la consolidación fiscal de un superávit primario, de tal manera que se contuviera el crecimiento de la deuda en un entorno de bajos precios del crudo y la contracción de la plataforma de producción.

Por lo tanto, el difícil reto para las finanzas públicas sigue siendo el de encontrar la manera de promover la inversión en infraestructura sin aumentar la deuda pública. Al final, sacrificar la inversión implica limitar el crecimiento lo cual presiona las finanzas públicas y la deuda.

En la Gráfica 2 se puede visualizar la evolución de la construcción con base de sus dos componentes más importantes, la residencial y la no-residencial. Se observa claramente como la debilidad en el componente no-residencial, donde el impacto de la política fiscal del gobierno federal en la infraestructura es especialmente relevante, se inició en 2015 con una fuerte aceleración en su deterioro en 2019. En contraste, la residencial ha tenido periodos de importante crecimiento, aunque a partir del verano no ha mostrado fuerza, y ahora se ubica en los mismos niveles alcanzados durante el segundo semestre de 2015.

En la Gráfica 3 se presenta la evolución de la inversión en maquinaria y equipo dividida en sus dos segmentos más importantes, la importada y la nacional. En general, no se muestran las diferencias tan marcados en sus componentes principales como en el caso de la construcción. A partir de mayo 2018 tanto la inversión importado como la nacional han experimentado reducciones importantes de aproximadamente 10%. A partir de agosto la maquinaria y equipo importado, con base en su métrica de tres meses promedio móvil ha presentado una recuperación importante, mostrando un repunte anualizado de 14.6%.

Es posible que la ratificación del T-MEC por parte de México y los Estados Unidos, junto con un acuerdo comercial entre China y Estados Unidos darán continuación a este repunte.

La Gráfica 4 muestra la evolución comparativa entre la inversión en maquinaria y equipo importada y las exportaciones manufactureras. Aunque la relación entre las dos variables no es muy fuerte, es posible concluir que sí hay cierta dependencia. En este contexto, es sorprendente la fuerte caída en la inversión a partir del trimestre que concluyó en octubre de 2018; esto a pesar de que las exportaciones continuaron con su crecimiento hasta agosto de 2019. Es posible que esta incongruencia haya estado relacionada con la incertidumbre en cuanto a la política que adoptaría el futuro presidente López Obrador y/o el rumbo de las relaciones comerciales con los Estados Unidos en el contexto de un presidente estadounidense que tiene la intención de frenar el crecimiento del déficit comercial de su país con México.

En este momento la cuestión es la dimensión del impacto negativo del coronavirus para la economía global y sus cadenas productivas vs. el impacto positivo de la tregua comercial entre Estados Unidos y China, así como la aprobación del TMEC. Actualmente la producción industrial en los Estados Unidos está en un periodo de desaceleración lo cual podría continuar limitando cualquier repunte en la inversión. La fuerte caída en las exportaciones manufactureras observada en noviembre es en buena parte el resultado de la huelga de GM en octubre. Sin embargo, aunque la huelga ya se resolvió, el débil desempeño de la producción manufacturera continuó hasta enero.

También, es relevante notar que la caída en la inversión en maquinaria importada coincide en parte con un desempeño similar en los Estados Unidos. En términos de los últimos doce meses, la inversión privada en equipo y software se desaceleró de 7.67% en el 3T18 a 1.36% en el 4T19.

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