Economía mexicana, en estado agonizante ante impacto del COVID-19: Citibanamex

La institución financiera indicó que se requieren medidas fiscales urgentes, ya que “no hay cabida para la inacción”; consideró que el gobierno tiene espacio para aumentar su déficit primario en al menos 2% del PIB

La economía mexicana se encuentra en un estado agonizante ante el impacto del COVID-19 y se requieren medidas fiscales audaces urgentes, ya que “no hay cabida para la inacción”, consideró Citibanamex.

La institución financiera estimó que la imposición de medidas más estrictas por parte del gobierno mexicano para evitar la propagación del coronavirus llegaron tarde, “debido a preocupaciones de que estas podrían afectar innecesariamente a la actividad de forma negativa”.

“La conclusión es clara para nosotros: México necesita una reacción de política más rápida y contundente para luchar contra el COVID-19 y sus impactos en la actividad”, agregó en la nota especial.

Sostuvo que se requieren medidas fiscal urgentes ahora, pero el documento denominado los Pre-criterios presentados el 1 de abril pasado, con el marco macroeconómico previsto para 2020 y 2021, parecieron implicar que un paquete fiscal significativo, similar a lo que hemos visto en otros países, no llegará.

Apuntó que esto se confirmó por los anuncios de Presidente Andrés Manuel López Obrador este 5 de abril, durante su informe de gobierno trimestral y la presentación de un plan de reactivación económica, “en nuestra opinión, esto representa un error colosal”.

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Citibanamex consideró que hay espacio para que el gobierno aumente su déficit primario en al menos 2 puntos porcentuales del Producto Interno Bruto (PIB), sin que ello tenga una repercusión negativa sustancial en la estabilidad macrofinanciera.

Si se utiliza inteligentemente, la política fiscal es una elección de política clave, ya que es relevante para mitigar el resultado combinado tanto en términos de salud y como en cuanto a la severidad de la recesión económica, afirmó.

Sostuvo que un gasto público elevado para expandir la infraestructura sanitaria (reconfigurar edificios del gobierno hacia hospitales temporales, adquirir respiradores, etc.) y mitigar la pérdida de empleos, llevaría a México a tener un mejor manejo de la crisis epidemiológica y a enfrentar una recesión más pequeña.

En contraste, agregó, un gasto público limitado haría, en contraste, que el país se mantuviera expuesto a malos resultados en materia tanto de salud como de economía. “Así, reiteramos que no hay cabida para la inacción”, subrayó.

En su nota, Citibanamex propone un marco conceptual sencillo para monitorear la evolución del COVID-19 en términos de sus consecuencias observadas a nivel nacional tanto en el ámbito de salud como en el económico.

En particular, construyó un esquema de “combinaciones de resultados”, el cual muestra las distintas posibilidades en torno a qué tan bien o qué tan mal un país puede estar desempeñándose en ambas dimensiones.

Entre otras cosas, encontró que: México se ubica en una etapa muy temprana en cuanto al contagio del COVID-19, y que hay evidencia de un subreporte significativo de casos de infección.

Asimismo, que la tasa de contagio es alta en relación con otros países, y que la adopción de medidas de intervención no farmacéutica (INF) en México ha sido tardía en comparación con sus pares latinoamericanos.

En el plano económico, Citibanamex opinó que es necesario rastrear y monitorear variables de alta frecuencia para poder determinar el grado de deterioro de la actividad económica.

“Con base en distintos proxies de actividad, incluyendo tasas de ocupación hotelera, indicadores de crédito y bancarios, así como tráfico vehicular y niveles de contaminación, estimamos que la actividad pudo haber disminuido alrededor de 30 por ciento en las últimas dos semanas”, añadió.

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