En un poblado alemán inundado, el suelo se hundió debajo de viviendas. En otro, las crecidas irrumpieron en un hogar para personas discapacitadas, dejando 12 muertos.
Rescatistas en toda Alemania y Bélgica se apresuraban el viernes para prevenir más fallecimientos a consecuencia de algunas de las peores inundaciones en el continente en años, que ya han dejado más de 125 muertos y cientos de desaparecidos.
Provocadas por intensos chubascos a lo largo de varios días, las inundaciones también dejaron a miles de alemanes sin hogar después de que sus viviendas resultaron destruidas o están en riesgo de desplomarse, y funcionarios electos comenzaron a preocuparse por los prolongados efectos económicos de la pérdida de casas y negocios.
En otras partes de Europa, los diques en ríos desbordados corrían el riesgo de reventar, y los equipos especializados se apresuraban a reforzar las barreras contra inundaciones.