Haitianos varados en México analizan qué hacer tras recorrer países

Violene Marseille, su esposo y dos hijos viajaban en autobús a través del centro de México el domingo cuando comenzaron a recibir advertencias de que su destino final, la frontera con Estados Unidos, ya no era un sitio seguro para cruzar. 

Connacionales suyos que ya habían llegado al punto fronterizo entre Ciudad Acuña, en el norte de México, y Del Rio, en Texas, les decían que el gobierno estadounidense estaba deportando a cientos de migrantes de regreso a Haití, de acuerdo con datos del gobierno haitiano. 

Al descender del transporte en medio de la bulliciosa central de autobuses de Monterrey, una ciudad industrial del norteño estado de Nuevo León que está cerca de los principales puntos fronterizos entre México y Estados Unidos, Marseille advirtió la presencia de agentes migratorios mexicanos y decidió apresurarse con su familia hacia el albergue Casa INDI. 

Su viaje, que había comenzado más de dos meses atrás en Santiago, Chile, parecía haber concluido a unos 250 kilómetros al sur de la frontera estadounidense. 

Mientras autoridades de ese país expulsan a los últimos que quedaban de un grupo de más de 14,000 migrantes que se habían apostado debajo del puente fronterizo en Del Rio, miles de haitianos que aún buscan llegar a la frontera con Estados Unidos han comenzado a percatarse de que su oportunidad de cruzar a territorio estadounidense podría haber pasado. Como lo han hecho antes y luego de las acciones del gobierno estadounidense para expulsar masivamente a sus connacionales, ahora buscan regularizar su estatus en otros países, encontrar trabajo y esperar a la siguiente oportunidad.

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