Peso cerró la semana con una depreciación de 5.21%

El peso cerró la semana con una depreciación de 5.21% o 1 peso y 9 centavos, cotizando alrededor de 21.92 pesos por dólar, con el tipo de cambio tocando un mínimo de 20.8162 y un máximo de 22.1550 pesos, nivel no visto desde el 30 de septiembre del 2020. Cabe mencionar que esta es la tercera depreciación semanal consecutiva para el peso mexicano y además es la mayor depreciación semanal desde el 25 de septiembre del 2020.

, ordenados por orden cronológico:

  1. Un fortalecimiento del dólar estadounidense. En la semana el índice ponderado del dólar avanzó 0.54%, alcanzando un nivel máximo de 1,192.53 nivel no visto desde julio del 2020. El dólar estadounidense se fortaleció en los primeros días de la semana tras la confirmación de Jerome Powell como nominado para un segundo periodo al frente de la Reserva Federal. La decisión dio certidumbre al mercado, pero se especuló que la Fed podría acelerar el ritmo al que retirará sus estímulos monetarios. Adicionalmente, se publicaron datos positivos para la economía estadounidense, con las solicitudes iniciales de apoyo por desempleo ubicándose en 199 mil en la semana que terminó el 20 de noviembre, siendo su menor nivel desde 1969.
  1. Un incremento de la aversión al riesgo sobre México. El martes por la tarde se confirmó el retiro de la nominación de Arturo Herrera para el Banco de México, lo que causó incertidumbre. Asimismo, el anuncio sorpresivo sobre la nominación de Victoria Rodríguez Ceja, genera dudas sobre el futuro de la política monetaria del banco central, pues se desconoce, entre otras cosas, su postura acerca de las recientes presiones inflacionarias. Cabe recordar que, con la información más reciente, se estima que al cierre del año la inflación anual se ubique alrededor del 7.20%, su mayor nivel en 20 años.

La incertidumbre causó cautela en el mercado, con la tasa de los bonos M a 10 años avanzando en 22 puntos base durante la semana, ubicándose en 7.70% y alcanzando un máximo de 7.9879% en la mañana del miércoles, tras la nominación sorpresiva de Victoria Rodríguez, nivel no visto desde marzo del 2020. Al cierre de la semana la tasa de los bonos M a 10 años cerró en 7.69%.

  1. Un aumento en la aversión al riesgo global por la nueva variante del coronavirus. Varios países de la Unión Europea ya anunciaron restricciones de viaje hacia África, principalmente Sudáfrica, en donde se identificó la variante. Adicionalmente, ya se confirmaron casos en Hong Kong, Israel y Bélgica, por lo que probablemente ya se ha extendido a otras regiones del mundo. Lo anterior, eleva el riesgo de que se implementen medidas similares a las del segundo trimestre del 2020, con severas consecuencias negativas para la actividad económica global.

Cabe agregar que, la Organización Mundial de la Salud la clasificó como variante de preocupación (VOC por sus siglas en inglés), bajo el nombre Omicron. Lo anterior implica que la variante cumple con una o más de las siguientes características: 1) tiene alto grado de transmisibilidad, 2) un cambio en la presentación clínica de la enfermedad o 3) representa una disminución en la eficacia de las vacunas disponibles.

Bajo este contexto, los mercados globales cerraron la semana con pérdidas significativas. Por un lado, el WTI cerró con una contracción semanal de 10.26%, su mayor reducción semanal desde la semana que finalizó el 17 de abril del 2020. Por su parte, en el mercado de capitales el Dow Jones cerró con un retroceso semanal de 1.97%, hilando tres semanas a la baja, mientras que, el S&P 500 y el Nasdaq cerraron con pérdidas semanales de 2.20% y 3.52%, respectivamente. Para el caso del Nasdaq se trató de su mayor pérdida semanal desde el 26 de febrero.

En el mercado cambiario, la mayoría de las divisas perdieron terreno frente al dólar, siendo la lira turca la divisa más depreciada durante la semana con 9.55%, seguida por el peso mexicano con 5.21%, el rand sudafricano con 3.48%, el shekel israelí con 3.13% y el rublo ruso con 2.88%. En contraste las divisas más apreciadas fueron el yen japonés y el franco suizo, con 0.74% y 0.55%, respectivamente, pues son consideradas divisas refugio.

En cuanto al tipo de cambio, los niveles actuales implican una mayor volatilidad, por lo que en una sesión podrían observarse movimientos amplios de hasta 50 centavos. Desde el punto de vista técnico, una depreciación que ubique al tipo de cambio por arriba de 22 pesos por dólar de forma sostenida, podría llevar a la paridad a un nivel entre 22.70 y 23.00 pesos por dólar, pues no se observan resistencias intermedias relevantes.

En la semana, el euro tocó un mínimo de 1.1186 y un máximo de 1.1321 dólares por euro. Por su parte, el euro peso tocó un mínimo de 23.4685 y un máximo de 24.9670 pesos por euro.

Al cierre, las cotizaciones interbancarias a la venta se ubicaron en 21.9190 pesos por dólar, 1.3355 dólares por libra y en 1.1322 dólares por euro.

El mercado de capitales cerró la semana en terreno negativo, con los principales índices de Estados Unidos registrando pérdidas promedio de 2.34% en la sesión del viernes, mientras que en Europa los índices promediaron pérdidas de 3.82% en la última sesión de la semana. Lo anterior debido a que se observó un incremento en la aversión al riesgo en los mercados financieros globales ante las preocupaciones en torno a la nueva variante del coronavirus, Omicron, la cual la Organización Mundial de la Salud ya clasificó como variante de preocupación (VOC por sus siglas en inglés), lo que implica que la variante cumple con una o más de las siguientes características: 1) tiene alto grado de transmisibilidad, 2) un cambio en la presentación clínica de la enfermedad o 3) representa una disminución en la eficacia de las vacunas disponibles.

Cabe mencionar que, varios países de la Unión Europea ya anunciaron restricciones de viaje hacia África, principalmente Sudáfrica, en donde se identificó la variante. Adicionalmente, ya se confirmaron casos en Hong Kong, Israel y Bélgica, por lo que probablemente ya se ha extendido a otras regiones del mundo. Lo anterior, eleva el riesgo de que se implementen medidas similares a las del segundo trimestre del 2020, con consecuencias negativas para la actividad económica global. En los próximos días, el mercado se mantendrá atento a las noticias en torno a esta variante, especialmente a las nuevas restricciones que anuncien los gobiernos y al grado de eficacia que muestren las vacunas contra esta cepa.

Debido al incremento en la aversión por riesgo, se observó una mayor demanda por bonos del Tesoro, con el rendimiento de los instrumentos a 10 años mostrando una contracción de 16 puntos base durante el viernes, la mayor disminución diaria desde el 27 de marzo del 2020 y cerrando en 1.47%.  

Adicional a lo observado durante la sesión del viernes, en los primeros días de la semana también hubo dos factores que propiciaron pérdidas en el mercado bursátil:

  1. El anuncio de que Jerome Powell seguirá siendo el presidente de la Reserva Federal por un segundo término, aumentando la especulación de que la Fed muestre una postura monetaria menos flexible en el 2022. 
  1. Las nuevas medidas de confinamiento que se impusieron en países europeos como Austria y Eslovaquia. El mercado mostró nerviosismo ante la cuarta ola de coronavirus que se está observando en Europa, la cual podría empeorar con las festividades hacia el cierre del año.

Así, en Estados Unidos, los principales índices accionarios cerraron con resultados negativos. El Dow Jones registró una pérdida semanal de 1.97%, hilando tres semanas consecutivas de retrocesos. Así, el Dow Jones se ubicó en un nivel de 34,899.34 puntos, lo que equivale a un rendimiento en el acumulado del año de 14.03%. Por su parte, el índice S&P 500 retrocedió a una tasa semanal 2.20%, luego de haber avanzado 0.32% durante la semana anterior. El índice cerró en un nivel de 4,594.62 puntos, mostrando un rendimiento en el año de 22.33%. Al interior del S&P 500, las pérdidas se concentraron en el sector de energía (-4.04%), financiero (-3.27%) y el industrial (-2.73%). Por último, el Nasdaq cerró en 15,491.66 puntos, con una pérdida semanal de 3.52%, la mayor desde el 26 de febrero y mostrando un rendimiento acumulado en el año de 20.20%. 

En México, el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) de la Bolsa Mexicana de Valores cerró con una pérdida semanal de 2.60%, hilando tres semanas a la baja y registrando su mayor contracción desde el 29 de enero. Así, el IPC se ubicó en un nivel de 49,492.52 puntos, lo que equivale a un rendimiento acumulado en el año de 12.31% y siendo la primera semana en cerrar por debajo del nivel de 50,000 puntos desde el 9 de julio. Al interior del índice, se registraron pérdidas semanales en 30 de las 35 empresas incluidas, destacándose las pérdidas de Grupo Carso (-11.67%), Alsea (-10.00%) y Banregio (-9.19%). El desempeño negativo del IPC se debió tanto a un incremento de la aversión al riesgo global por los factores antes mencionados, así como por un aumento en la aversión al riesgo sobre México debido a: 1) la incertidumbre en torno a la expectativa de la política monetaria, tras la nominación sorpresiva de Victoria Rodríguez para el Banco de México y 2) el estancamiento de a la actividad económica en el país, con el PIB mostrando una contracción de 0.43% en el tercer trimestre del año.

En Europa, las principales plazas bursátiles también cerraron con resultados semanales negativos, recordando que la Eurozona es nuevamente el epicentro de la pandemia. El Euro Stoxx 600 cerró en 464.05 puntos, presentando una pérdida semanal de 4.53%, la mayor contracción desde la semana que terminó el 30 de octubre del 2020. Por su parte, el DAX de Alemania mostró un retroceso semanal de 5.59%, luego de haber hilado cuatro semanas al alza. Por último, el FTSE 100 de Londres disminuyó a una tasa semanal de 2.49%, hilando dos semanas a la baja. Así, el DAX y el FTSE 100 cerraron en niveles de 15,257.04 y 7,044.03 puntos, respectivamente, lo que equivale a un rendimiento acumulado en el año de 11.21% y 9.03%, respectivamente.

Al igual que en el resto del mundo, los principales índices bursátiles de Asia cerraron en terreno negativo. El índice de Hang Seng cerró la semana con una pérdida de 3.87%, hilando dos semanas a la baja. El índice de Hong Kong cerró en 24,080.52 puntos, equivalente a un rendimiento en el año de -11.57%. En China, el índice Shenzhen cerró la semana en 4,860.13 puntos, mostrando una pérdida de 0.61%. Por último, en Japón, el Nikkei 225 cerró la semana con una pérdida de 3.34%, luego de haber avanzado 0.46% durante la semana pasada. Así, el índice japonés se ubicó en 28,751.62 puntos, lo que equivale a un rendimiento acumulado en el año de 4.76%.

Metales Preciosos

El oro cerró la semana cotizando en 1,802.53 dólares por onza, lo que equivale a una reducción en su precio de 2.34%.  En la semana, el oro tocó un mínimo de 1,778.65 dólares y un máximo de 1,849.14 dólares por onza. 

Las presiones a la baja en la semana se dieron a la par de un fortalecimiento del dólar estadounidense ante la expectativa de una política monetaria menos flexible en Estados Unidos. Cabe recordar que, Joe Biden nominó a Jerome Powell para un segundo periodo al frente de la Reserva Federal, mientras que se publicaron indicadores positivos de Estados Unidos que señalan que su recuperación económica es sostenida.

Por su parte, en las minutas de política monetaria la Fed fue más restrictiva ya que los miembros del comité se concentran en el ritmo con el cual reducirán las compras de bonos. Los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto subrayaron que es necesario mantener flexibilidad en el ritmo de los ajustes al programa de compra de bonos ante el entorno de incertidumbre actual. Asimismo, algunos sugirieron reducir el ritmo de las compras netas en más de 15,000 millones de dólares cada mes, para que el Comité esté en mejor posición para ajustar la tasa de interés ante las presiones inflacionarias.

Lo anterior llevó al dólar estadounidense a incrementarse durante la semana en 0.54%. El fortalecimiento del dólar reduce la demanda por commodities al hacerlos menos accesibles para inversionistas que tienen otras divisas y al reducir su valor. 

Cabe destacar que al cierre de la semana se observó un incremento en la aversión al riesgo global, derivado de una nueva variante del coronavirus en África, lo que redujo las pérdidas del oro. 

A pesar de que se están implementando medidas de confinamiento, la nueva variante ya ha sido detectada en varios países como Hong Kong e Israel, por lo que probablemente ya se ha extendido a otras regiones del mundo. Cabe recordar que apenas la semana pasada varios países de Europa, en particular Austria y Alemania, consideraron la entrada en vigor de restricciones de movilidad ante un incremento acelerado en el número de contagios. La nueva variante eleva el riesgo de que se implementen medidas similares a las del segundo trimestre del 2020, con consecuencias negativas para la actividad económica global.

No obstante, volatilidad en el precio del oro no puede ser descartada, debido a que las presiones inflacionarias continúan y se espera no sean tan transitorias, mientras que continúan las preocupaciones en torno a los crecientes brotes de coronavirus. Bajo este contexto, es probable que el oro cotice en un canal entre 1,758 y 1,832 dólares por onza durante la siguiente semana.

Petróleo

Esta semana el petróleo cayó de manera significativa con el WTI perdiendo 10.45%, siendo su mayor caída semanal desde el 17 de abril del 2020. De hecho, acumula 5 semanas al hilo con caídas, periodo en el que ha perdido 18.64%. En la semana cotizó entre un máximo de 79.23 dólares por barril y un mínimo de 67.4 dólares, no visto desde el primero de septiembre. Por su parte, el petróleo brent se contrajo en 7.82% y cerró cotizando en 72.72 dólares por barril.

Las presiones a la baja en la semana se deben a dos principales factores:

La liberación de reservas de crudo de algunos de los principales países consumidores de petróleo. La Casa Blanca publicó un comunicado en donde confirma la liberación de 50 millones de barriles de petróleo de su reserva estratégica al mercado. Asimismo, India añadirá otros 5 millones de barriles de sus reservas de emergencia y el Reino Unido contribuirá con 1.5 millones de barriles.

Sin embargo, la OPEP y sus aliados (OPEP+) advirtieron que responderían a la liberación retrasando los aumentos de producción previstos para enero o incluso podrían revertir los incrementos que ya han realizado, sobre todo ya que el grupo espera que el mercado pase de ser deficitario a excedentario a medida que se acerque el año 2022 ante el aumento en los casos de coronavirus. El grupo tiene previsto celebrar su reunión el 2 de diciembre para fijar los planes de producción para enero. Cabe destacar que, tampoco es imposible que Arabia Saudí pueda realizar otro recorte unilateral de la producción, si no se llega a un acuerdo en conjunto con la OPEP+.

Los temores en torno una nueva cepa de Covid-19 que se está extendiendo rápidamente en el sur de África, lo que llevó a Unión Europea, Singapur y el Reino Unido a tomar medidas para detener los viajes aéreos desde la región. Cabe destacar que, a pesar de que se están implementando medidas de confinamiento, la nueva variante ya ha sido detectada en varios países como Hong Kong e Israel. Lo anterior aumenta el nerviosismo en torno a la demanda, sobre todo ya que en la semana varios países de Europa, en particular Austria y Alemania, consideraron la entrada en vigor de restricciones de movilidad ante un incremento acelerado en el número de contagios. Lo anterior llevó al WTI y brent a mostrar contracciones de 13.06 y 11.55%, respectivamente, durante la sesión del viernes. Hay que mencionar que la contracción del WTI del día viernes, es su mayor contracción diaria desde el 24 de abril del 2020.

Hacia adelante no se puede descartar volatilidad en los mercados petroleros no solo ante la propagación del coronavirus, sino también ante la crisis energética en Europa y Asia y las acciones que pueda tomar la OPEP+ durante su reunión la próxima semana. Bajo este contexto, el precio del WTI puede cotizar en un rango entre 65 y 80 dólares por barril durante la siguiente semana.

Metales Industriales

Por su parte, los metales industriales cerraron la semana con pérdidas debido a que el panorama en torno a su demanda es incierto. Lo anterior se da ante la desaceleración económica global, sobre todo en China, la expectativa de menores estímulos monetarios en Estados Unidos y la propagación de la nueva variante del coronavirus.

No obstante, la disminución de los inventarios y los problemas en las cadenas de suministros sugieren que la oferta sigue siendo limitada, por lo que no se descarta volatilidad en el mercado. Cabe mencionar que en la semana los inventarios llegaron a 915.85 mil toneladas, mientras que los inventarios del níquel se redujeron a 115,446 toneladas métricas. Para el caso del zinc, los inventarios se redujeron a 1673,275 toneladas.

Ante esto, el aluminio cerró la semana cotizando en 2,615 dólares por tonelada métrica, lo que equivale a una reducción en su precio de 2.41%, mientras que, el precio del zinc se contrajo en 1.36% durante la semana y cerró cotizando en 3,194dólares por tonelada métrica. Asimismo, el cobre cerró la semana cotizando en 9,572 dólares por tonelada métrica, lo que equivale a una contracción en su precio de 1.86%, mientras que el precio del níquel disminuyó en 0.73% y cerró la semana cotizando en 19,897 dólares por tonelada métrica.

Durante la siguiente semana se espera que el cobre pueda cotizar entre 9,400 y 9,900 dólares por tonelada métrica.

Productos Agrícolas

Los commodities agrícolas cerraron la semana con resultados mixtos.

Por un lado, las ganancias siguieron relacionadas con las preocupaciones en torno a la oferta, ante las condiciones climáticas adversas y la alta demanda.

Cabe recordar que, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) publicó que el 44% del trigo de invierno está en buenas o excelentes condiciones, 2% por debajo de lo anunciado la semana anterior. Por su parte, el USDA dio a conocer que las ventas de maíz subieron a 1.519 millones de toneladas frente a las ventas de 1.045 millones vendidas la semana anterior, mientras que para el caso del trigo las ventas subieron a 568 mil toneladas desde 399 mil. Finalmente, las ventas de la soya aumentaron a 1.57 millones desde 1.37.

Ante esto, el trigo y el maíz cerraron la semana cotizando en 8.40 y 5.91 dólares por bushel, lo que equivale a aumentos en sus precios de 0.72 y 2.56%, respectivamente. En la semana, el trigo alcanzó un nuevo máximo anual de 8.74 dólares, no visto desde el 3 de diciembre del 2012.

Finalmente, la soya cerró la semana cotizando en 12.52 dólares por bushel, lo que equivale a una contracción en su precio de 0.83%.

Hacia adelante, los participantes del mercado continuarán atentos a las noticias relacionadas con las condiciones climáticas e informes en torno a la oferta y demanda de los granos. Se espera que la siguiente semana el maíz cotice en un rango entre 5.67 y 6.00 dólares por bushel, mientras que el trigo podría cotizar en un canal entre 8.05 y 8.80 dólares por bushel.

Cortesía Banco Base

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