Cuatro razones que explican el atractivo del peso mexicano en este inicio de 2022

Después de los temores que generó la noticia del surgimiento de ómicron, una nueva variante de Covid-19, a finales de noviembre de 2021, que provocó una fuerte depreciación del peso mexicano hacia $22.16 spot y caída de la mayoría de los activos considerados de mayor riesgo, la moneda ha recortado pérdidas (casi dos pesos), acumula siete semanas consecutivas de ganancias y dentro de una canasta de divisas
fuertes (emergentes y desarrolladas) es la que más se ha apreciado en dicho periodo (cerca de 8.0%).


A pesar de un escenario de múltiples riesgos y posibilidad de restricciones a la liquidez global, hasta el momento se ha mantenido el atractivo del peso mexicano entre los inversionistas. Este interés por la
moneda se puede justificar por los siguientes cuatro factores:

  1. Pandemia Covid-19. La expansión de ómicron sigue imparable, y aunque la incertidumbre sobre el virus continúa, proliferan los informes en los que se habla del fin de la crisis a medida que se extiende la variante ómicron, menos grave que la delta, y la pandemia se convierte en endemia.
  2. Política monetaria de la FED. El mercado actualmente descuenta un endurecimiento acelerado de la política monetaria por parte de la FED: conclusión del tapering en marzo, primera alza de tasa de
    interés en marzo 2021, con un total de cuatro durante todo 2022, comienzo de la reducción del balance de activos de la FED. A pesar de ello, han aumentado las apuestas por activos como aquellos
    denominados en pesos mexicano.
  3. Esto se puede justificar por dos vertientes: una, los inversionistas
    se enfocan más en que la actividad económica estadounidense es sólida y que ya podría haber dejado atrás lo peor de la pandemia, lo que beneficiaría a México en mayor medida que cualquier otro país; la
    segunda es que a pesar de la expectativa de alzas de tasas de interés, con los niveles actuales de inflación, los rendimientos reales de activos en dólares permanecen en terreno negativo, lo que por lo
    pronto hace atractivo deshacerse de la divisa estadounidense.
  4. Política monetaria de Banxico. Durante 2021 y con el fin de buscar anclar las expectativas de inflación en nuestro país, el banco central aumentó en 150 puntos base su tasa de referencia y nuestro escenario base es que en 2022 podría subir otros 100 pbs, para que concluya el año en 6.50%. Esto ha ayudado a contribuir a hacer más atractivo los activos en pesos, que aunque es más baja en comparación con otras economías emergentes como Brasil, Turquía, Rusia , la volatilidad de
    la moneda mexicana y otros indicadores de riesgo son menores en términos relativos.
  5. Precio internacional del petróleo. La referencia WTI del precio del crudo se acerca ya a 85 dólares por barril. Desde los mínimos de diciembre, el precio acumula una subida de casi un 30%. Todo parece
    indicar que los máximos del año pasado pueden ser superados en cualquier momento, ya que la oferta seguirá siendo escasa en medio de la producción restringida de los principales productores,
    crecientes tensiones geopolíticas y la demanda mundial parece no verse afectada por la variante del coronavirus ómicron.
  6. Sin embargo, esta visión y sentimiento puede cambiar relativamente rápido, y revertir las apuestas de mercado hacia el dólar y en contra de monedas emergentes (incluido el peso mexicano). En ese sentido,
    los niveles actuales del tipo de cambio son muy atractivos para “compra”.

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