Varios cientos de activistas tibetanos y uigures marcharon contra el Comité Olímpico Internacional (COI) el jueves, un día antes de la apertura de Beijing 2022, acusando a la organización con sede en Suiza de complicidad en “atrocidades” cometidas contra las minorías étnicas en China.
Horas antes, el presidente chino Xi Jinping dijo que los Juegos Olímpicos de Beijing serían racionalizados, seguros y espléndidos, incluso cuando el presidente del COI, Thomas Bach, denunció a los fantasmas boicot “reando sus feas cabezas de nuevo” por preocupaciones de derechos humanos.
Estados Unidos, Gran Bretaña y algunos otros países aliados han realizado boicots diplomáticos a los Juegos por esas preocupaciones.