Las ventas minoristas en Estados Unidos aumentaron moderadamente en febrero, ya que la gasolina y los alimentos más caros obligaron a los hogares a reducir el gasto en otros bienes como muebles, electrónica y electrodomésticos, lo que podría restringir el crecimiento económico este trimestre.

Sin embargo, el informe del Departamento de Comercio del miércoles mostró que el repunte de las ventas en enero fue mucho más fuerte de lo estimado inicialmente. Los precios récord de la gasolina y los altos de los alimentos están afectando más a los hogares de bajos ingresos.

En general, los consumidores están siendo amortiguados por al menos 2,5 billones de dólares en exceso de ahorro acumulado durante la pandemia de COVID-19. La escasez de trabajadores con una oferta de trabajo casi récord de 11,3 millones a finales de enero está aumentando los salarios y permitiendo a algunos estadounidenses retomar turnos adicionales para aumentar sus ingresos.