En agosto, el buen momento del peso estará a prueba con la nueva tanda de indicadores de julio (sobre todo de inflación): Gordillo – Análisis

Comienza agosto, periodo en el que suele producirse una disminución de los volúmenes de actividad por las vacaciones, sobre todo en países de Occidente.

Los mercados financieros siguen lidiando con un entorno de elevada inflación, dudas de recesión económica global, subidas de las tasas de interés e incertidumbre geopolítica por la guerra entre Rusia y Ucrania.

A pesar de ello, la moneda mexicana inició el mes sorteando de buena forma el escenario de alta incertidumbre y múltiples riesgos, empezando el mes alrededor de $20.25 spot.

Son varios los elementos que le están jugando a favor de la moneda mexicana y que justifican su comportamiento positivo de los últimos días. Destacan:

  • Reunión de la Fed. En su último encuentro de política monetaria su presidente Powell no se mostró determinante sobre la magnitud de la nueva subida de tasa para su próxima reunión, dejando la puerta abierta a incrementos menores de la tasa de fondeo. En agosto no hay encuentro programado (solo hay el simposio de banqueros centrales de Jackson Hole, que se celebrará del 25 al 27 de este mes), sería hasta el 21 de septiembre y la mayoría de los inversionistas y operadores actualmente le da mayor probabilidad a un incremento de 50 puntos base. Este escenario puede cambiar, dependiendo de las dos cifras de inflación que se darán a conocer de aquí al próximo mes o si en Jackson Hole se realice algún anuncio sorpresa.
  • PIB de EUA. Por segundo trimestre consecutivo el PIB registró una contracción. Sin embargo, EUA no está en recesión y no es inminente que vaya a estar en una en el mediano plazo. Lo único que se puede desprender de estas cifras del PIB es que aumenta el riesgo de un periodo recesivo. Conviene recordar que definimos como recesión una disminución significativa de la actividad económica extendida por toda la economía, que dura más de unos pocos meses, normalmente visible en la producción, el empleo y los ingresos reales. Lo que sí, es que esta cifra del PIB aumenta las apuestas de que la Fed tendría que moderar su endurecimiento monetario para cumplir con su objetivo de lograr un aterrizaje suave de la economía.
  • PIB de México. La economía mexicana sorprendió con una expansión mejor a la pronosticada, con una variación trimestral de 1.0%. Aunque se trata de crecimientos muy modestos, el mercado cambiario reaccionó de forma positiva en parte porque la actividad económica se mantuvo a pesar de la dificultad que está enfrentando el principal socio comercial (EUA). En sentido estricto, los fundamentales del país no se han deteriorado todavía más, e incluso podría haber en las próximas semanas ajustes modestos al alza en las estimaciones para todo el 2022 del PIB de México. En CIBanco consideramos que el PIB subiría 1.7% en todo 2022. También le ayudó a la moneda, que esta cifra le sigue dando margen a Banxico a continuar subiendo su tasa de fondeo para buscar anclar las expectativas de inflación

Resultados corporativos trimestrales en EUA. En términos generales ha sido una temporada irregular, sobre todo en las tecnológicas. Pero, los positivos resultados de las empresas Amazon y Apple incrementaron el apetito por activos de mayor riesgo. Sobre todo Amazon, quien presentó un panorama muy distinto al de otras empresas en el sector minorista, comentando que el consumo privado se mantiene todavía fuerte.

Sin embargo, la tendencia de apreciación y buen momento del peso mexicano estarán a prueba con la nueva tanda de indicadores económicos del mes de julio, sobre todo los de EUA. Esta semana los datos adelantados de actividad económica (ISM manufacturero), el reporte de empleo podrían poner piso a la cotización de la moneda mexicana vs el dólar en el corto plazo. A pesar de ello, el dato más importante será sin duda la cifra de inflación (EUA) que se dará a conocer el 10 de agosto.

Tanto por el difícil comparativo anual (julio, agosto y septiembre del año pasado se registró una inflación mensual inusualmente baja), como por el rezago que observarán las bajas de precios de algunas materias primas hasta llegar al consumidor, son factores suficientes para esperar que la inflación anual en EUA se mantenga en históricos (siga subiendo), lo que podría provocar presión al tipo de cambio. Sin embargo, consideramos que tendría un comportamiento parecido a episodios previos, recortando pérdidas después de que en México Banxico confirme que aumentará en otros 75 puntos base su tasa de fondeo (11 de agosto) y que algunos funcionarios de la Fed de EUA busquen tranquilizar a los mercados declarando que el dato no ameritaría un endurecimiento mayor de la política monetaria, y que en el escenario más hawkish, implicaría un incremento de nuevo por 75pbs. Con ello, la presión a la moneda podría ser limitada (hacia los $20.60).

Por el contrario, aunque la probabilidad es mucho menor, si el indicador de inflación en EUA da señales de moderación, los mercados reaccionarían positivamente, en particular el cambiario mexicano. Así, la moneda podría acercarse a los $20.0 spot.

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