De acuerdo con Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, tras la reducción del consumo de agua potable directamente de la llave, México ha otorgado concesiones sin límite para su extracción. En el contexto de la crisis hídrica del país, particularmente en el Estado de México, expertos consideran que las grandes corporaciones abusan de las condiciones del país para privatizar y restringir el acceso a este recurso vital.
- México: el gigante consumidor de agua embotellada
El Sistema de Aguas de Huixquilucan reveló que México es el principal consumidor de agua embotellada en el mundo desde 2020, un año crítico en materia de salud pública. Asimismo, pese a ser 108 veces más costoso comparado con el servicio de agua potable de la infraestructura pública, esta presentación goza de un elevado consumo por múltiples factores.
Para los consumidores mexicanos, el agua embotellada y las bebidas carbonatadas son pilares de la hidratación desde antes de la crisis sanitaria, con más de 163 litros de refrescos consumidos en 2019. Al respecto, Calvillo agregó que existe un precedente de desconfianza en la calidad del agua, principalmente por dos incidentes: los daños a la red de distribución en el terremoto de 1985, y la crisis de cólera en 1991.
- Grandes corporaciones y concesiones: el problema de acceso al agua en México
Si bien la coyuntura podría ser considerado un tema de preferencia, el sistema de aguas y el vocero de la organización en defensa del consumidor agregaron dos lineas clave: el acceso al agua, y falta de una estructura regulatoria. Rumbo a los efectos del calentamiento global, incendios forestales, y el incremento de las sequías, las concesiones otorgadas para extracción del agua han empeorado el acceso a este recurso.
En el Estado de México, que se encuentra en números rojos respecto a la disponibilidad del agua, las concesiones han permitido a una empresa embotelladora de agua posicionarse como la más grande. El pasado 2 de abril de 2019, el Gobierno del Estado de México inauguró la planta Niagara Bottling, capaz de producir 456 millones de botellas al año.
Según Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, el diseño legal de las concesiones, establecido desde 1992, ha permitido a los empresarios captar este recursos de manera asimétrica. En comparación con el uso de agua potable para la población, las corporaciones tienen un nivel de acceso y privatización que ha orillado a campesinos a vender sus propias concesiones.
Mediante la investigación titulada “Los explotadores del agua”, la organización civil reiteró que no solo las empresas embotelladoras de agua son responsables del acaparamiento, en tanto involucra hasta las inmobiliarias y mineras. En medio de la sequía que experimenta el país, el volumen de agua acaparado y concesionado es suficiente para responder a las necesidades hídricas de la población.
Finalmente, en el contexto político actual, las autoridades han fijado su atención en la red de distribución del agua, con motivo de evitar fugas y desperdicios de agua. Asimismo, en el portal oficial del presidente Andrés Manuel López Obrador, el mandatario señaló el pasado 14 de febrero que se busca modificar el artículo 27 constitucional. Esta medida está orientada a prohibir las concesiones de agua particularmente en zonas consideradas en situación de escasez.