Todas las entradas de: Charly Pérez

Productor Noticiero "José Cárdenas Informa"

Oscar 2019

Porque me lo han pedido, porque me encanta y porque ya es una bonita tradición, aquí les presento mis predicciones para la nonagésima primera entrega de los premios de la Academia de ciencias y artes cinematográficas de Estados Unidos, mejor conocida como el “Oscar”. Sí, sí, ya las vi todas. ¿Van a hacer quiniela y quieren ganar? Sigan leyendo…

MEJOR PELÍCULA: “Roma” es una joya, una obra maestra. Está hecha para contemplarla, para disfrutarla, para deleitarse con cada detalle. Para verla y volverla a ver y encontrarle algo nuevo. Es una cinta entrañable, muy personal para el director, pero también para todos los que somos sus contemporáneos. No hay duda, este premio ya tiene dueño.

MEJOR DIRECTOR: Alfonso Cuarón, ¿debo decir más? ¡Ah, sí! Que ya arrasó con todos los premios habidos y por haber. Luego entonces, la cereza en este pastel se llama “Oscar”.

MEJOR PELÍCULA EXTRANJERA: Otra vez, Cuarón y su –nuestra, porque todos nos subimos al barco- “Roma” van a romper records y se instalarán en la historia como la primera cinta que se lleva mejor película y mejor película extranjera. Nunca ha pasado. Será la primera vez.

MEJOR ACTOR: Este año la caballada viene bastante gorda. El premio debería ser para Christian Bale que está magistral como Dick Cheney. Sin embargo, ya se lo merece mi Bradley Cooper, aunque Viggo Mortensen está adorable, y Willem Dafoe, como Van Gogh, está genial. A pesar de todo lo anterior, se lo van a dar a Rami Malek por su interpretación en “Bohemian Rapsody”. Cabe decir que, para mi gusto, no es la mejor actuación, ni mucho menos, pero la academia quiere show y, para eso, mi Freddy Mercury se pintaba solo.

MEJOR ACTRIZ: Glenn Close en “The wife” da una cátedra de cómo actuar sin decir nada, las reacciones que maneja son exquisitas, maravillosas. Lástima por mi Yalitza quien, dicho sea de paso, tiene un par de reacciones similares en “Roma”. Ahí hay una actriz. Ahora, señores, piensen en cualquier capítulo de “La rosa de Guadalupe” y/o de “Como dice el dicho”.

MEJOR ACTOR DE REPARTO: Aquí la cosa está entre Alan Driver, quien, como policía encubierto, demuestra que no piensa encasillarse con “Kylo Ren”, y Mahershala Alí, que ya ganó un Oscar por “Moonlight”, por cierto, con un papel totalmente diferente al que interpreta en “Green Book”. ¡Esos son actores, caray!

MEJOR ACTRIZ DE REPARTO: Rachel Weisz le va a ganar la carrera a Emma Stone, su compañera de reparto en “La favorita” y, por supuesto a Marina De Tavira.

MEJOR CANCIÓN: “Shallow” es profunda, introspectiva, poderosa. Conecta con cualquiera. Y aunque no va ganar como mejor actriz, la academia tiene el deber de reconocer a Lady Gaga como la artista que es, completa, integral, orgánica. No como otras, que viven de este lado y que se creen mucho y que no tienen ni la quinta parte del talento que se necesita para… Ya, dejémoslo así.

MEJOR PELÍCULA ANIMADA: Por primera vez una cinta de Pixar se quedará en el camino. “Spider-Man: Un nuevo universo” es una joya digna de este y mil premios más. Lástima, míster Increíble.

Y como plus, creo que el diseño de producción será para “La favorita”, aunque mi favorita sea “Roma”.

Obituario: Que un grupo de actrices mexicanas se están organizado para pedir a la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas que Yalitza Aparicio no sea nominada como mejor actriz en la siguiente edición del Premio Ariel… ¿Será que están un poquito celosas?

No se olvida

 

Charly Pérez

 

En los colegios de bachilleres, en las vocacionales y en las preparatorias, en los CCH y en todas las escuelas de nivel medio superior, cada que llega el 2 de octubre es una costumbre casi religiosa “matar clases”, salirse de la escuela, hacerle la parada a uno o varios autobuses, bajar a los pasajeros y “secuestrar” al camión. Subirse en bola y acudir a la marcha que celebra… que conmemora… que festeja… que recuerda… Bueno, la  cosa es ir a echar desmadre, atracar las tiendas, meterse a robar a los Oxxos, quitarle sus cosas a los vendedores que están en los semáforos, aventarle naranjas, jitomates y huevos a los coches que estén por ahí, pintar las paredes, los parabuses y las banquetas con consignas izquierdosas, gritar el “huelum” o el “goya” a todo pulmón, darse a notar, imponer miedo y respeto, pelearse con los policías, pasársela bien, compartir con los cuates, echar caguama, ponerse pedo y gritarle al gobierno su descontento, aunque no tengan idea de cuál es éste… Para eso son chavos, son la juventud, el futuro de este país… Eso sí, todo valiéndose del maravilloso poder que da el anonimato…

 

Los jóvenes de hoy (igual que los de hace 10, 20 y hasta 30 años) no saben a qué se debe tanto alboroto, ¿2 de octubre no se olvida? ¿Qué será eso? Quién sabe, pero es un gran pretexto. Es un pretexto precioso.

 

Hoy, en el auge de las redes sociales, cualquiera dice cualquier estupidez, y dan a conocer su ignorancia, disfrazada de brillante sapiencia. Hoy, 3 de cada 10 jóvenes no tienen ni idea del verdadero conflicto estudiantil que culminó con los sucesos en Tlatelolco aquel miércoles negro. Pero están metidos en la grilla, según ellos todo en el país está mal, todo debe cambiar menos ellos mismos. Y escriben: “No al monopolio mediático”, “yo sí leo, no veo Televisa”, “Milenio, Televisa y Azteca, las redes te revientan la cabeza”, “televisión aparato de manipulación” y “menos telenovelas más información” “no más PRI”, “Peña no es mi presidente” … Pero si juega la selección compran botanas, cervezas y no se pierden el partido… También saben perfectamente en qué va “La academia” y quién va a ganar “La voz”…

 

Debemos luchar por una juventud informada, una juventud que lucha por sus derechos, pero que lucha de a de veras, no que bloquean carreteras y toman escuelas porque están en contra de cosas que ni conocen, ni han leído, ni saben de qué se tratan.

 

Nuestro país necesita de esos chavos, de esos que no atentan contra los derechos de los demás, quesque porque los están defendiendo. México no necesita una juventud que se confunde entre la masa para cometer delitos y atrocidades con el pretexto de defender a la patria. Hay mil maneras de defender a la patria y luchar por este país, muchas, pero para eso se necesita estar informado. Y penosamente, los jóvenes de hoy no lo están, aunque ellos insistan que sí…

 

Obituario: Este Cruz Azul es de a de veras… De mí se acuerdan

 

El show de Noroña

 

Charly Pérez

El simpatiquísimo diputado Gerardo Fernández Noroña, quien por cierto me bloqueó de twitter sin motivo aparente, ese distinguido mexicano que vive luchando por las causas justas desde una sala lounge, pero VIP, estaba empeñado en que el todavía presidente, Enrique Peña Nieto, cancelara su mensaje con motivo del sexto informe de gobierno. ¿Por qué? ¡¿Por qué no?! El sábado, en la cámara de diputados, el señor alegaba le alegaba a la mesa directiva: “lo único que quiero pedir es que el presidente de la república hace una reunión en Palacio Nacional y le llama informe. Eso es una ofensa a esta soberanía porque el informe es a esta representación del pueblo y quiero pedirle a nombre de esta soberanía, que le pida al presidente que suspenda esa reunión”. Ya tenía su plan ranchero, intervenir e interpelar a EPN durante el mensaje de este 3 de septiembre. Pobre, nadie le ha dicho que el mensaje de ayer en Palacio Nacional es eso, un MENSAJE CON MOTIVO DEL INFORME DE GOBIERNO, no es el “informe” como tal. Obviamente, mi Porfirio Muñoz Ledo, presidente de la cámara y viejo lobo de miles de mares políticos, lo cepilló, creo que ni lo volteó a ver.

Entonces decidió agarrar sus patitas y dirigirse al lugar del evento. Después de varios intentos por entrar a sentarse para lograr su cometido, el diputado federal por el PT terminó así, de patitas en la calle porque no lo dejaron pasar. A Fernández Noroña los elementos del estado mayor presidencial lo condujeron amablemente a la salida. Claro que armó su show, eso le encanta. Gritó, pataleó, manoteó, se puso loco. Decía que estaban violentando sus derechos humanos, que lo estaban agrediendo y que estaban transgrediendo los principios del fuero constitucional. Gerardito, con la impotencia atravesada, agarró su teléfono, abrió twitter y escribió: “Fatal que Martí Batres y Porfirio Muñoz Ledo vean la agresión a un compañero y se queden como si nada pasara”. Después se puso ante las cámaras, buscó un buen ángulo y acusó a Porfirio Muñoz Ledo de traidor y de “doblarse frente al poder”. ¡Já!

Ya para terminar el espectáculo gritó que “lo ofende profundamente” que lo hayan dejado en la calle. ¡Ternurita!

Por favor, que alguien le diga al diputado Noroña que ya no es necesario que siga exhibiéndose de esa forma, de veras. Da pena ajena.

Obituario: Angélica Rivera y las hijas del presidente lloraban durante el mensaje de ayer… Debe doler, ¡lástima que terminó!

Borrón y cuenta nueva

 

Charly Pérez

Sin hacer un análisis profundo, porque ni soy analista, ni soy profundo, en el imaginario colectivo, en esa idea que todo mundo, por alguna razón, tiene en la cabeza, Manuel Bartlett es el orquestador del fraude electoral de las elecciones presidenciales de 1988. En aquel entonces, como secretario de gobernación “se le cayó el sistema”. Ese señor puso a Carlos Salinas de Gortari en la silla presidencial. Él fue fundamental para que la “mafia del poder” se adueñara de golpe y porrazo, de una vez por todas, de las riendas de este país. Es parte del equipo de los malos de malolandia. Tampoco voy a hablar de su amplio currículo, no es necesario.

Por el otro lado tenemos a nuestro (porque también es mío) presidente electo, ese que nos va a sacar del atolladero en el que estamos metidos, ese que va a sanar las heridas, que nos cuidará y nos apapachará, ese que, en un “tris” acabará con la corrupción y con el cáncer que aqueja a México. AMLO lleva años y felices días luchando contra el régimen opresor, lleva mucho tiempo atacándolo y jurando que va a acabar con todo aquello. Ahora, después de tanta lucha, le llegó la oportunidad, es su turno al bat, y todos estamos esperando el jonrón.

Agua y aceite ¿no? El presidente electo ha dicho que aquí se aplica el “borrón y cuenta nueva”. Total, si el Tlatoani ya lo perdonó, ¿por qué nosotros le tenemos que seguir guardando rencor? Lo hecho, hecho está, y ahora todos aquellos pecados le han sido perdonados, ¡demos gracias al señor, nuestro dios, es justo y necesario!

Así, Andrés Manuel se ha hecho súper brother de aquellos a quienes juró destruir, ¡qué pena!

Obituario: Gael, ¿y hasta ahorita te diste cuenta? De verdad que eres lento.

 

Ahí vienen las s(elecciones)

Mucha gente dice que este arroz ya se coció, sin embargo, aún no se dice la última palabra, ni se cuenta la última boleta. Todo puede pasar, cualquier cosa puede suceder.

Por lo pronto, se viene el distractor más grande que la industria del entretenimiento nos puede regalar, la copa del mundo de fútbol, el mundial de Rusia. A partir de este jueves y durante un mes, todo mundo dejará de ser experto en política para convertirse en director técnico.

Y nos va a servir, a todos, para olvidarnos un poquito del bullicio y de la falsa sociedad, de los ataques y las promesas, de los mesías y los iluminados, de los genios y de los traidores, de los vulgares raterillos y de las mosquitas muertas, de los mocha manos y de los futbolistas candidatos…

Que nos sirva para darle la verdadera dimensión al paquete que se nos viene encima, que nos sirva para reflexionar muy bien, pero muy bien, nuestro voto –lo cual es un hermoso cliché, pero los clichés siempre son crudas verdades-.

Mientras, apoyemos a los que nos representan en Rusia, aunque hagan fiestas con chicas, de esas buena onda, aunque el técnico ponga al Chicharito de defensa lateral. Aunque no confiemos en ellos. Al final, aunque sea en el clóset, todos esperamos buenos resultados, todos queremos gritar muchos goles verdes, no me digan que no. Todos vibramos con el himno y nos enojamos si pierden. Todos seguimos mentándole la madre a Robben y maldiciendo a Donovan y a Maxi Rodríguez.

En fin, ojalá este oasis nos sirva para descansar tantito del mundillo político, de su desierto de propuestas y el maremoto de ataques y estupideces dignas de cualquier circo de pueblo.

Obituario: Yo, la verdad, sí confío en que Brasil nos gana en el cuarto partido.

Chango con cuchillo

 

Charly Pérez

La verdad es que el señor Jaime Rodríguez Calderón, el “Bronco” resultó un personajazo. Alguien le dijo –quizá su misma conciencia- que se lanzara por la presidencia de la república. Y se puso a recabar firmas, muchas chuecas, según dicen, y luego, con el puñal entre los dientes, se arrojó a hacer campaña…

Es un excelente candidato. Aunque no tiene foco, aunque no aparece en los medios, aunque nadie lo pela, aunque es un cero a la izquierda de los otros tres candidatos, cuando tiene el reflector lo aprovecha mejor que nadie.

Comenzó con el asunto de cortarle la mano a los corruptos, luego, el chango agarró el cuchillo y se destapó de linda manera. Fue a “Tercer grado” a reírse de los periodistas que lo entrevistaban, los hizo enojar, les dijo “paleros”. Él no se equivoca, todo lo hace bien. Se la pasa provocando a los otros candidatos –quienes no le dan acuse de recibo, ¿para qué?- y los llama “ratas”. Tiene la solución para todo, puras ocurrencias, soluciones tajantes, absurdas, estúpidas, ideas locas que solamente caben en alguien como él. Dice que está jugando de extremo por izquierda y que ya metió tres goles, que en debate le hizo al Papa porque los hizo abrazarse –no es cierto, solamente se dieron la mano-.

Es, simplemente, un chivo en cristalería, rompiendo todo lo que se le atraviese. Y se siente bien, en su hábitat, está contento. Raymundo Rivapalacio dice que es una versión tropical de Donald Trump. Y no le falta razón, el regio es polémico, peleonero, valemadrista, echado para adelante, incendiario. Confronta, incita, azuza, cuchilea. Es un candidato, pues, tiene todas las características que debe tener un aspirante. Este vato, en otras circunstancias, con un buen respaldo, estaría en los cuernos de la luna.

Entendámonos bien: No digo que sea buen gobernante, pero para nada. De hecho es malísimo, pregunten en Nuevo León. Pero como candidato es lo máximo, ¿se acuerdan de Vicente Fox? Pues ni más, ni menos.

Obituario: Este que escribe se va de vacaciones, nos leemos en quince días.

 

Segundo tiempo

 

Faltan 45 días para las elecciones, los que saben dicen que hoy empieza el segundo tiempo, que Andrés Manuel va ganando por goleada, pero que, como en el fútbol, cualquier cosa puede pasar, que el último minuto también tiene sesenta segundos.

Aquí el asunto es que, si el que va arriba en el marcador se va a replegar y va a meter el camión al área o si piensa seguir yendo al frente para anotar más goles y acrecentar su, de por sí, ya amplia ventaja. No lo sabemos, lo que sí sabemos es que, al final del primer tiempo se le fueron encima y que, aunque aguantó el cero en su portería, terminó dando pases malos, equivocándose en la salida y fallando los cambios de juego. Insisto, a pesar de tales yerros no recibió gol y su ventaja sigue intacta.

Eso sí, a partir de hoy, los contrarios se van a ir con todo sobre la portería rival, le van a tirar de todos lados, van a mandar peligrosos centros al área y no faltarán las “diagonales matonas”. Ya vimos un tiro libre, faltan dos, y ahí el puntero no pone barrera, se muestra sin espinilleras y se deja golpear (o no sabe quitarse los golpes). Quizá ahí pueda recibir un par de goles, su media de contención no es muy buena.

Y su delantera se ve con miedo, se ve desconfiada, no dribla, no le entra al “uno a uno”, tira y luego se repliega, esconde el pie, se tira al piso, pide falta y se revuelca. El árbitro no le hace caso, “¡juegue!”

Tiene a la grada muy dividida, la cabecera y la general son suyas, se le entregan con porras, banderas y cánticos. El resto del estadio está fraccionado entre los otros cuatro. Empieza la segunda mitad, el juego se va a poner aún más interesante…

Vamos pues a la parte complementaria, a ver si el superlíder no vuelve a perder el juego en el último minuto, como ya le ha pasado en los dos anteriores partidos.

Obituario: Habrá final en el cielo y en el infierno. Yo, esta vez, me considero ateo.

Cuando recalienta el sol

 

“Está muerto, de esta no se levanta”, decían. Que el sol ya no saldría y que, como cuando le pegan a las piñatas, su tiempo se acabó…

Sin embargo, ahí está, de vuelta. Con disco nuevo, con bioserie (saturando Netflix), con más de veinte conciertos en su temporada en el Auditorio Nacional, cantando mejor que nunca, más maduro y mejor artista del que siempre ha sido, triunfando de nuevo, pues.

Es, sencillamente, el mejor cantante que ha dado este país. Con 36 años de trayectoria, con un catálogo de éxitos impresionante y con un talento y una voz inigualable, Luis Miguel está en uno de sus mejores momentos de su larga trayectoria. Recuperando todo aquello que, por flojera, por desidia o por lo que sea, dejó ir.

La serie acerca de su vida ha sido un éxito. Es un verdadero acierto para saber por qué mi Micky (así es el trato entre estrellas) es como es. Por qué se comporta como se comporta y por qué hace lo que hace. Es importante que la gente conozca el lado oscuro del sol, que se sepa, bien a bien, el sicópata, sociópata, embaucador, tramposo, timador y sinvergüenza que era su padre. Un cantante mediocre que nunca dio una, pero que vio en su hijo una mina de oro. Y que lo explotó y que le sacó todo el jugo que pudo y más. Que hizo todo para que su hijo se dedicara a cantar (cuando el niño quería, nada más, ser “niño”). Que lo maltrataba, que le pegaba, que lo obligaba a salir al escenario, que lo presionaba en todos los sentidos. Un tipo que siempre le vio el signo de pesos en la frente a su primogénito. Luisito Rey era siniestro (y no lo digo por la serie) y vio su sueño cumplido a través de su hijo. Luis Miguel es lo que él nunca pudo llegar a ser. Pero un día el niño creció y se dio cuenta de que, si su padre lo engañaba, lo manipulaba, lo traicionaba y simplemente, para él, era un cheque al portador, ¿qué podía esperar de los demás?  Si todos los que se le acercaban lo hacían por mero interés. Sin tener la mínima idea de dónde está su madre, ¿en quién podría confiar? Por eso Luis Miguel es el misterio que es, por eso no confía ni en su sombra. Razón no le falta.

Y llegó mucho más allá de lo que su padre se pudo haber imaginado. También, hay que decirlo, gracias a su él. A pesar de todo, la música se convirtió en la vida del cantante. Y llegó a la cima, a la verdadera cima, y ahí se ha mantenido, nada más, durante más de tres décadas. Quiero ver al guapo que haga eso.

Basura audiovisual

 

Los señores candidatos deberían hacen sus campañas con ideas y argumentos y no contaminándonos visual y auditivamente.

Por favor, ¡no más basura electoral! ¿De verdad creen que alguien escucha y ve sus spots? Son, y serán, millones y millones de impactos… Y esto apenas empieza.

Basta con poner un poquito de atención a toda esta propaganda y se darán cuenta de las cantidades industriales de basura que podemos encontrar, son cifras que, para muchos especialistas resultarían hasta peligrosas.

¿Y para qué? Si nadie les ponemos atención, si están ahí, pero nadie les hace caso. Son gastos innecesarios. Y hay propaganda de todos colores, de todos los partidos y con gente que ni conocemos, pero que ellos quieren que conozcamos… Candidatos de todo color, políticos anunciando sus informes, unos lanzándose a algún puesto, otros denostando a algunos, delegados “comunicando” logros, en fin, todo sigue siendo basura. Basura que cuesta mucho dinero y que bien se podría emplear en otras cosas.

Pero no, el caso es gastar, el fin es llenar de porquería nuestro entorno, el caso es poner miles de spots cada dos minutos, en cada estación, en cada canal, en cada rincón, en todos lados…

E insisto, esto apenas empieza, ya platicaremos cuando esto acabe, cuando el INE regañe a los partidos, y los multe y les recomiende que le bajen a su basurita… Y a los partidos les valga madres…

Obituario: Cruz Azul fracasó otra vez, no importa cuándo lean esto.

 

El que tenga tigre, que lo amarre

La amenaza está ahí, latente, si en las elecciones presidenciales hay fraude, es decir, si no gana López Obrador, el tigre va a andar suelto. “Si se atreven a hacer un fraude electoral, yo me voy a Palenque, y a ver quién va a amarrar al tigre, el que suelte el tigre que lo amarre, yo ya no voy a estar deteniendo a la gente luego de un fraude electoral, así de claro.” ¡Ay Dios!

Porque, según él, en el 2006 ese mismo “tigre” estuvo a punto de liberarse, pero el mesías, santo y puro, como es, hizo favor de contenerlo y las cosas no fueron más allá. Nada más mes y medio con un precioso bloqueo en la avenida más importante del país y en el zócalo capitalino, mismo que perjudicó a muchísimos empresarios, comerciantes, empleados y restauranteros de la zona, con pérdidas económicas de más de 7 mil millones de pesos, el despido de más de 3 mil trabajadores y la desaparición de negocios y ruina de muchos patrones. Ese fue un vulgar gatito que, supongo, nada tendría que ver con el majestuoso tigre de bengala que Andrés Manuel tiene encerrado en una bonita jaula.

Así son las cosas, este santo señor un día manda bendiciones, dice que no se va a enojar y envía amor y paz. Al otro día se convierte en un irresponsable que amenaza con desestabilizar –más- al país si no se cumple su voluntad. Porque habrá que recordar que el que no esté con él, está contra él. Habrá que recordar que no sabe perder, que, desde aquellas contiendas tabasqueñas, nunca ha aceptado ninguna de sus derrotas.

¿Y entonces? ¿Debemos permitir que se siente en la silla presidencial, con todas sus ideas, con sus doctrinas, con sus programas de gobierno y su constitución moral? Y si no gana ¿debemos correr a resguardarnos del feroz tigre? Ninguna opción es halagüeña, no hay para dónde hacerse.

Por eso, la declaración es alarmante y podría traer horribles consecuencias. Yo, por lo pronto, sí estoy preocupado.

Obituario: Me queda claro, Donald Trump, “está loco”.

Nuestro peor enemigo

 

“Mas si osare un extraño enemigo profanar con sus plantas tu suelo, piensa, ¡Oh Patria querida! que el cielo un soldado en cada hijo te dio.” No, los mexicanos no necesitamos enemigos extraños para volvernos soldaditos y desatar una guerra fenomenal. No, los mexicanos, solitos, nos bastamos y nos sobramos para esos menesteres. “El peor enemigo de un mexicano es otro mexicano”, no hay frase más cierta que esa.

Y para pruebas vamos a remitirnos a la noche del domingo pasado. Se entregaban los premios de la academia de ciencias y artes cinematográficas, los “Oscares”, pues. Mucho mexicano en la gala. Muchas referencias a nuestro país, a nuestra cultura, a nuestra patria, a nuestro hogar… Y entonces empezamos: “¿Qué hace Derbéz ahí? Es un imbécil”, “Gael canta horrible, ¿cómo se atreve?” “¿Natalia Lafourcade? ¿Te cae?” “Salma parece candelabro”, “¡chidos sus premios Tv y novelas”, “Eiza está toda operada, pobrecita”, “que alguien le diga a Del Toro que se acuerde cuando dirigió ‘la hora marcada’ en Televisa, porque seguro ya se le olvidó”, “por supuesto que no he visto ‘Coco’, esos gringos nada más le dan en la madre a nuestras tradiciones” … Y así, por el estilo, algunas frases están tomadas de las redes sociales y otras fueron escuchadas por los castos oídos de quien esto escribe. Pura negatividad. No me diga usted, querido lector, que la noche del domingo y todo este lunes, no escuchó, ni leyó ninguna frase de este tipo.

No podemos, como sociedad, alegrarnos del triunfo ajeno, no está en nuestro ADN, es imposible. Sería precioso que nos apoyáramos entre nosotros, aunque sea un poquito. Pero Dios no cumple caprichos, ni endereza jorobados… ¡Viva México!

Eso sí, que allá afuera nadie hable mal de nosotros, porque nos le lanzamos al cuello. Cualquier insulto externo se convierte en una ofensa imperdonable, la crítica nacional es un derecho exclusivo. Los extranjeros, sean de donde sean y estén donde estén, que se limiten a hablar bonito de nosotros. Porque entre mexicanos podemos despedazarnos, pero nunca nos haremos daño… ¡Ay ajá!

Obituario: Y hablando de películas, nada más me falta ver en qué termina una que se llama “Ricardo Anaya contra la coalición PRI-PGR”.

Nuestro peor enemigo

 

“Mas si osare un extraño enemigo profanar con sus plantas tu suelo, piensa, ¡Oh Patria querida! que el cielo un soldado en cada hijo te dio.” No, los mexicanos no necesitamos enemigos extraños para volvernos soldaditos y desatar una guerra fenomenal. No, los mexicanos, solitos, nos bastamos y nos sobramos para esos menesteres. “El peor enemigo de un mexicano es otro mexicano”, no hay frase más cierta que esa.

Y para pruebas vamos a remitirnos a la noche del domingo pasado. Se entregaban los premios de la academia de ciencias y artes cinematográficas, los “Oscares”, pues. Mucho mexicano en la gala. Muchas referencias a nuestro país, a nuestra cultura, a nuestra patria, a nuestro hogar… Y entonces empezamos: “¿Qué hace Derbéz ahí? Es un imbécil”, “Gael canta horrible, ¿cómo se atreve?” “¿Natalia Lafourcade? ¿Te cae?” “Salma parece candelabro”, “¡chidos sus premios Tv y novelas”, “Eiza está toda operada, pobrecita”, “que alguien le diga a Del Toro que se acuerde cuando dirigió ‘la hora marcada’ en Televisa, porque seguro ya se le olvidó”, “por supuesto que no he visto ‘Coco’, esos gringos nada más le dan en la madre a nuestras tradiciones” … Y así, por el estilo, algunas frases están tomadas de las redes sociales y otras fueron escuchadas por los castos oídos de quien esto escribe. Pura negatividad. No me diga usted, querido lector, que la noche del domingo y todo este lunes, no escuchó, ni leyó ninguna frase de este tipo.

No podemos, como sociedad, alegrarnos del triunfo ajeno, no está en nuestro ADN, es imposible. Sería precioso que nos apoyáramos entre nosotros, aunque sea un poquito. Pero Dios no cumple caprichos, ni endereza jorobados… ¡Viva México!

Eso sí, que allá afuera nadie hable mal de nosotros, porque nos le lanzamos al cuello. Cualquier insulto externo se convierte en una ofensa imperdonable, la crítica nacional es un derecho exclusivo. Los extranjeros, sean de donde sean y estén donde estén, que se limiten a hablar bonito de nosotros. Porque entre mexicanos podemos despedazarnos, pero nunca nos haremos daño… ¡Ay ajá!

Obituario: Y hablando de películas, nada más me falta ver en qué termina una que se llama “Ricardo Anaya contra la coalición PRI-PGR”.

Carrusel

A ver, Germán Martínez Cázares fue un gran artífice para que Felipe Calderón ganara la presidencia en el año 2006, hay quien diría que ayudó a robarse la silla, ayudó al usurpador. Después de eso fue parte del gabinete del espurio para luego dirigir al partido blanquiazul durante un par de años. Y ahora resulta que a este santo señor (“santo” porque ya lo perdonó el mesías) ya se le olvidó todo lo que alguna vez dijo en contra del tabasqueño hace doce años, toda la suciedad que ambos se tiraron y toda la bola de insultos y agravios que volaron de lado a lado en aquella ocasión.

Pero es cosa del pasado, lo importante es mirar hacia adelante y ver por el bien del país, “Yo hablé con López Obrador sobre el 2006; él no tiene los ojos en la nuca, su fuerte no es la venganza. Él conoce mi postura sobre todos los temas y no me puso ninguna condición; no tengo ningún acuerdo bajo la mesa con él. Le pido a la gente que no le tenga miedo, que no tenga dudas. Soy de los que con orgullo y con la frente en alto va a entregar volantes de López Obrador porque quiero que sea presidente.  No me voy a afiliar a Morena. Voy a apoyar lo que ordenen López Obrador y Tatiana Clouthier. Estoy listo para hacer campaña. Con él hay un mejor mañana”. Y sí, hay un mejor mañana, para él, que ahora va a ser senador. Así, como lo leen.

Pero no es el único, ya ven, Miguel Ángel Mancera, así, como no queriendo, irá al senado por el PAN, la simpatiquísima Xóchitl Gálvez por el PRD, Napoleón Gómez Urrutia por MORENA… ¡Napoleón Gómez Urrutia! (ya con la bendición del ser supremo), Ricardo Monreal no estaba interesado en un puesto público, apenas en noviembre pasado, antes de dejar la delegación Cuauhtémoc, muy seguro de sus palabras, sostenía: “Nada de cargos, ni puestos en el gobierno, ni cargos en el partido. No voy hacer nada, voy a leer, a escribir y a leer mucho, me voy a dedicar a mi despacho o ser catedrático”. Pero el canto de las sirenas es demasiado bello como para esconderse atrás de los entretenidos libros, mejor salir del retiro y cambiar al país vía San Andrés. Al fin que para todos hay.

Mientras, el ciudadano de a pie sigue mirando cómo toda esta sarta de distinguidos mexicanos sigue paseándose en el carrusel de la política nacional. Son los mismos en diferentes caballitos, repartiéndose el pastel. Todos tienen plato y cuchara. ¿Y nosotros? ¡Bien, gracias! Nosotros ya nos mareamos de ver que dan vueltas y vueltas y nada más no se bajan. ¿Y cómo para qué? Si allá arriba la cosa está bien divertida.

Obituario: Mi gordo Del Toro también ganó el Bafta, nada más le falta el Oscar.

 

Anaya, el mafiosillo

 

El fin de semana, Álvaro Delgado, en Proceso, publicó un reportaje sobre lo que parece corrupción del candidato presidencial del PAN-PRD-MC: “Sospechosas triangulaciones en una fundación creada por Ricardo Anaya”.

Después de darse a conocer los muy lucrativos y no menos turbios negocios que el güero con cara de niño maneja, la clase política se le vino encima. Andrés Manuel (ejemplo de pureza y transparencia) fue quien le llamó “mafiosillo”, ajá, ni siquiera alcanza el mote de “mafioso”, es un “mafiosillo”, así, con todo el desprecio del mundo. José Antonio Meade, ese candidato apartidista, sin mencionarlo por su nombre, le llamó “incongruente”. Priístas, panistas, perredistas, de aquí y de allá y de todos lados le entraron al tira-tira. ¡Péguele a Ricardito, ahorita que hay modo!

Pero eso sí, político maduro, avisado y abusado, como es, Anayita decidió responder con toda la furia que le caracteriza, por supuesto que las acusaciones son insultings y unacceptables. “La guerra sucia no nos va a detener. El PRI está desesperado y ya no sabe qué hacer para levantar la campaña en ruinas de su precandidato”, dijo.

¿El PRI? ¿De veras? ¿Desde Proceso? No, mi Ric. Quizá fue Yuawi, que se enojó porque tú, después de ver el éxito mundial en que se convirtió el chavito, no perdiste la oportunidad de robarle foco y acompañarlo con tu simpática guitarrita.

Mientras vamos a seguir pendientes de este bonito y divertido escándalo. A ver cómo la libra mi Anayita. Hoy por uno, mañana por otro. Esperemos atentos a ver cuál es la siguiente cola que pisan y a ver quién grita más fuerte. Porque, no lo dude usted, querido lector, todos en esta fiesta tienen cola… Y muy larga.

Obituario: ¿Seis anillos de Super Bowl? ¡Ah, sí, los Steelers!

¿Qué le pasó a Marco?

 

Mi Frances McDormand –futura ganadora del Oscar a la mejor actriz–, en la cinta “Tres anuncios por un crimen” –futura ganadora del Oscar a mejor película–, dice que “mientras más público sea un crimen, más probabilidades hay de que se resuelva” … Y tiene toda la razón.

La semana pasada un par de uniformados detuvieron a Marco Antonio, presuntamente se había robado un celular. Lo detuvieron, lo sometieron y luego desapareció… Su caso se viralizó. Hubo memes, notas, quejas, reclamos, marchas y todo lo demás. Cuando la presión subió de tono las autoridades, por supuesto, se pusieron a trabajar y, acto seguido, mi Marco Antonio apareció, ¡bingo! La justicia en este país es rápida, pronta, expedita y para todos…

Claro que eran más de 200 elementos los que andaban tras la pista de Marquito. En estos casos hay que mostrar el músculo y sacar toda la fuerza de haya disponible, no se escatiman recursos. Los perros deben dejar de ladrar ya, dan mucha lata. ¿Y cómo se callan? Con resultados, dándoles lo que tanto reclaman: atención, cuidados y soluciones. Ya, ya apareció. Y una vez terminado el show, váyanse a otra pista, al fin y al cabo, el circo es muy grande.

Y a todo esto, ¿qué le pasó a Marco Antonio Sánchez? Pues sabrá Dios, uno no sabe nunca nada, y como no adivino, seguiré esperando hasta que el muchacho esté en condiciones de declarar. Por lo pronto está en un psiquiátrico, ¿por qué? Tampoco lo sé, pero cuando lo encontraron estaba golpeado, no traía zapatos, no recordaba su nombre y, además, cojeaba.

Las autoridades dicen que habrá que esperar hasta dos semanas para que el joven estudiante nos platique qué le pasó. Es mucho tiempo y este país no tiene memoria y cambia de página muy rápido. Sin embargo, no debemos dejar de lado este caso, ni quitarle los ojos de encima. Aquí hay gato encerrado y miles de hipótesis, desde una golpiza por parte de los policías que lo detuvieron hasta la­ terrible adicción a las drogas que sufre el estudiante, pasando por las golpizas que le propinaba su padre. Lo cierto es que tenemos a un estudiante de 17 años que desapareció durante más de cinco días y que de pronto apareció en condiciones sumamente extrañas. Eso, señores, alguien lo tendrá que explicar. ¿Quién sabe? Tal vez nada más anduvo de paseo en un universo paralelo. No sé, se oyen tantas cosas.

Obituario: Y Cuauhtémoc Blanco puede ser gobernador de Morelos… Quizá el que vive en un universo paralelo soy yo.

Futureando al sol, Luis Miguel

 

 El 21 de febrero del 2018, comienza la serie de conciertos de Luis Miguel en el Auditorio Nacional. El “sol” está de regreso, su nuevo disco sigue en el primer lugar de ventas, ya casi se estrena su serie biográfica, bajó de peso y está cantando mejor que nunca. Ajá sí. Muy bien.

Es el primer concierto de la temporada. Y Micky, ya sabemos, no hace demasiado esfuerzo, sabe que es un ídolo, está consciente de cuánto lo quieren y cumple, así, a secas. Canta lo que debe cantar y baila un poquito, sonríe para más de diez mil personas y entonces se viene la locura. En la ropa no se le ve una sola arruga, en la cara ya se le aprecian varias…

El lugar está repleto, a reventar, Luis Miguel está festejando 36 años de carrera. Su éxito es impactante…

Y es impactante porque sigue siendo lo mismo, no cambia, no hay producción, parece un concierto de cualquier gira pasada. Del año que me digan.

Sin embargo, como la gente lo adora, el sol se da lujos que se le permiten a muy pocos: sale a cantar muy retrasado, no cambia el repertorio, se sigue peleando con el ingeniero y con el audífono y casi ni voltea a ver a la gente que se está volviendo loca por verlo de cerca, oírlo cantar y verlo medio bailar… Algunas rolas de sus primeros año, boleros y rancheras, nada del otro mundo (eso sí, su voz es extraordinaria, es un gran cantante). No se ve entusiasmado, más bien está como aburrido, aunque a veces como que se contagia de los gritos y la euforia de la gente que no para de adularlo… Once músicos, una corista y trece mariachis son suficientes para complacer a un público muy poco exigente.

“Gracias por estar conmigo, es un placer y gracias por acompañarme en estos 36 años de carrera, donde me han brindado su cariño”. Ajá, no dice nada más.

Pero a los fans no les importa, le aplauden todo, bailan, cantan, gritan… Luis Miguel es una estrella, tiene muchísimo talento y carisma, pero se encuentra en una zona de confort que la da para tirar la hueva de manera muy descarada. Pero ¿a quién le importa? Mientras le paguen un millón de dólares por presentación y siga llenando el Auditorio más de quince veces lo demás sale sobrando ¿o no?

Obituario: Cuauhtémoc Blanco será gobernador de Morelos. Y todos nos volvimos locos.

Meade Infante

 

En la época de oro de nuestro cine, Pedro Infante siempre se presentó como el bueno, bueno, bueno. Nunca rompía un plato, ni se peleaba con nadie, a menos que fuera estrictamente necesario. Por el otro lado, mi Carlos López Moctezuma era un verdadero hijo de su madre, siempre de malo de Malolandia, siempre enojado y echando pleito. Si no me creen pregúntenle a María Candelaria y a su novio Lorenzo “Rafail” … Y de Miguel Inclán mejor ni hablamos, el famoso marihuano de “Nosotros los pobres”. Nada más buscando con quién pelear, personajes inolvidables, algunos hasta entrañables, los malos por antonomasia, los ojaldras con nata, los malhechores desalmados.

Pues mi Pépe Meade está montado en su personaje de Pedro Infante, él es buena persona, no se mete en líos, ni habla mal de nadie, él es así, todo lindo.

Pero para pelear, para eso tiene a su Carlos López Moctezuma y a su Miguel Inclán, para eso están Aurelio Nuño y Enrique Ochoa Reza. Ellos batean todas y sacan el pecho para repeler las balas enemigas. Ellos están para defender al bueno y atacar a los demás.

Sin embargo, parece que eso no ha sido suficiente, por eso acaban de traer al prianista Javier Lozano, un nuevo elemento al que le encanta la bronca. Es de esos que compran cualquier pleito, que se sube al ring aunque no traiga guantes. Es su naturaleza, es su hábitat, le gusta, se siente bien y lo hace bien. Ya lo dijo mi Elvis Presley: “si tú buscas problemas, conmigo tendrás”… Es un buen lema de campaña.

Repito, Pedro Infante nunca rompía un plato, ni se peleaba con nadie, a menos que fuera estrictamente necesario. Que alguien le diga a Meade que, dadas las circunstancias, ya va siendo estrictamente necesario que se consiga unos guantes, porque los trancazos vienen duros…

Obituario: Sergio Mayer quiere ser diputado porque solamente quiere ayudar a su país. ¡Já!

Spots trilingües

No sé a ustedes, pero a mí, los spots de Ricardo Anaya, flamante pre candidato presidencial del frente comoseaquesellame, me dan harta ternura. Ternura por él, pero mucha envidia por la gente que se los propone y los produce. Pero vayamos por partes.

En el spot más tierno dice el locutor, con un tono como entre sorna y lástima: “Él es Ricardo Anaya, quiere ser candidato a presidente de México…

“Ha enfrentado el PRI como pocos”, acto seguido, nuestro protagonista dice: “Ese PRI corrupto, que le ha fallado a México, se tiene que ir…”

Otra vez el locutor: “Defendió a México en Estados Unidos”. Otra vez Anaya: “Es insultante e inaceptable” -claro, en un perfecto inglés, pero como yo no lo entiendo, pues les transcribo lo que dicen los subtítulos-.

Una vez más el locutor: “Y también en Canadá”. Una vez más Ricardito, en un francés muy fluido: “Le pupú le pegó le guagua”.

Ya luego sale con grandes líderes mundiales y con sus hijitos con su esposa y el locutor dice que para él las familias mexicanas son lo más importante y que es bien lindo y que es lo que nuestro país necesita. “Escribamos juntos una nueva historia”, remata el precandidato.

Sin embargo, lo preocupante no es la naturaleza del comercial, un spot sin pies ni cabeza, desmembrado, con frases sueltas y puestas a lo loco. “Es insultante e inaceptable”, dice en inglés y “somos la región más competitiva de todo el mundo”, en francés. ¿Qué es insultante e inaceptable? ¿Y a qué se refiere en la segunda frase? “Ese PRI corrupto, que le ha fallado a México, se tiene que ir…” No, pues sí, sí que ha enfrentado al PRI como pocos, ¡como muy pocos!

 ¡¿De qué rayos habla?! Nada más nos presume su naturaleza blanca, transparente, buena y, sobre todo, trilingüe.

Eso sí, la casa productora que hizo esta –y otras- bellezas debe estar feliz. Un spot como este, hecho así, con las patas, debe costar alrededor de 300 mil pesos. Nada más la pura pieza, olvídese usted de la transmisión y todo lo demás. ¡Yo quiero hacerlos!

Pero Ricardo Anaya tiene para eso y para más –claro, a nuestras costillas-. Y apenas es el principio, tenemos por delante seis meses para seguir viendo y escuchando joyas como ésta. Así que ya lo sabe, por favor, échele paciencia.

Obituario: Ya se va mi Osorio Chong, por la puerta trasera, a ocupar un escaño en el senado.

El “cómo” sí importa

 

Charly Pérez

Es muy fácil decirle al mundo lo que necesita para mejorar, eso es muy sencillo, lo espinoso es llevarlo a cabo, punto que obviamente Andrés Manuel López Obrador siempre evita…

Porque lo más importante es el cómo, sabemos que las varitas mágicas no existen, aunque haya mucha gente que piensa que sí, que Harry Potter es real y que nos puede cambiar la vida con un movimiento de muñeca y unas cuantas palabras rimbombantes y sin sentido… Así, no basta la buena fe, no bastan las intenciones de hacer cosas buenas, de esas que, a la mera hora, son ineficaces.

Es cierto. No es tan simple, pero estamos en campaña, bueno en “pre campaña” y el prometer no empobrece… En estos días Andrés Manuel se ha distinguido por sus fantásticas, sorprendentes, asombrosas y, me atrevo a decir, casi imposibles propuestas. Por ejemplo, ha dicho: “tengo experiencia en el gobierno, ya he gobernado, tengo experiencia en todos los campos de la vida pública, pero en lo que más tengo experiencia es en el desarrollo social, tengo 35 años atendiendo a la gente humilde, por eso creo que se debe combatir la pobreza y la desigualdad, por razones humanitarias, pero no solo debe ser por eso, aunque si somos solidarios, fraternos ya con eso sería más que suficiente, tenemos que tener en cuenta que si no combatimos la pobreza y la desigual va a continuar la frustración y continuará la violencia…” No, pos eso sí…

Luego nos salió con lo de los “ninis”, ofreció que, de llegar a la Presidencia de la República, pagará un sueldo mensual de 3 mil 600 pesos a 2 millones 300 mil jóvenes que no trabajan ni estudian. Así es, saquen la calculadora. Ok, ahí les va otra: “pensión a todos los adultos mayores, a los discapacitados, a las madres solteras y otros apoyos sociales. Atender a las comunidades indígenas, vamos a garantizarles sus derechos sociales”.

También propone que al eliminar la corrupción habría más recursos para impulsar programas sociales, de igual forma, señala que dará mayor impulso a la educación, la salud universal y abriría más trabajo con los 800 mil millones de pesos que se obtendrían quitando los salarios estratosféricos a los funcionarios de alto nivel, acabando con los privilegios fiscales y terminando con la corrupción… ¡Ah, y cinco nuevas refinerías! (?)

Además, dice que el principal problema de México es el desempleo, seguido de la violencia y la corrupción, a la que propuso combatir de frente y sin rencores. Eso sí, ¡amnistía para los narcos!

Igualmente, sugiere erradicar el fuero constitucional para llevar a los funcionarios y políticos ante la ley por igual como cualquier mexicano.

También dice que reorientará el gasto, reducirá el precio de los combustibles sin aumentar las contribuciones, que aumentará la inversión y los gastos. “Sobrará el dinero…” dice el tabasqueño…

Todo suena rete bonito, ¡bien padre! Nada más propongo que nos diga ¿cómo diablos le va a hacer? Eso es todo. Hasta aquí mi reporte.

Obituario: Este opinador se va a la vacación. Nos leemos el 8 de enero. Por lo pronto, ¡felices fiestas!

Cuestión de química

 

Charly Pérez

El Frente por México, o Por México al Frente, o como se llame el monstruo de Ricardo Frankenstein es una cosa muy rara. Está compuesto por el PAN y por el PRD, ¡ah! Y por el Movimiento Ciudadano, pero eso es lo menos importante. La cuestión aquí se llama agua y aceite. O lo que es lo mismo, “el poder por el poder”.

Ahora bien, ¿por qué no se llevan bien el agua y el aceite?

El agua disuelve más sustancias que cualquier otro líquido, por lo que se le suele llamar “solvente universal”, pero existe una familia de sustancias que el agua aborrece y rehúye invariablemente: los aceites –esos que un día se robaron la presidencia-. El PRD no puede acercarse lo suficiente a una gota de PAN como para mojarla. Cosa que ni a Barrales, ni a Anaya les importó.

La razón de ello se encuentra en lo más íntimo de su ser, en su propia naturaleza “dizque de izquierda”. Cada molécula de agua está compuesta por tres átomos: dos de hidrógeno y uno de oxígeno (H2O) –y uno que otro de alguna tribu extraña-. La atracción que experimentan entre sí, la fuerza de cohesión que las mantiene unidas –ajá- es muy especial: deriva de la polaridad que caracteriza a las moléculas y a sus “redes ciudadanas”, como si de un montón de minúsculos imanes se tratase, con sus polos negativos y sus polos positivos, sus chuchos, sus galileos y sus amalios y muchos más…

Por su parte el aceite está formado por grandes moléculas integradas por muchos átomos de carbono e hidrógeno, de esos derechosos y mochilones, careciendo de átomos de oxígeno, y de neuronas. No son en absoluto sustancias polares, no poseen ningún atractivo para tentar a una molécula de agua –más si mucho tiempo les llamaron “espurios”-. Igual sería acercar un imán a un trozo de madera. No ocurriría nada.

Conclusión: el agua y el aceite… ¡No se mezclan! ¡No sean necios!

Pero bueno, ya sabemos que en este país no pasa nada, pero puede pasar todo… Total, ¿a quién le importa? Si lo que piensen los militantes se lo pasan por donde no les pega el sol azteca…

Obituario: Adiós Chaco, ¡gracias por tanto!