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Murió el poeta mexicano Raúl Renán; tenía 89 años

El poeta, narrador, editor y catedrático mexicano Raúl Renán (1928-2017) falleció esta madrugada en la capital mexicana, sin que hasta el momento se conozcan los detalles de su deceso. Autoridades culturales confirmaron la noticia y expresaron sus condolencias vía redes sociales.

La secretaria de Cultura, María Cristina García Cepeda, escribió en su cuenta de “Twitter” que lamentaba la pérdida del poeta yucateco, a quien se refirió como “riguroso de la palabra, virtuosa voz poética y maestro de varias generaciones de escritores en este país”.

En el mismo sentido se pronunció el también poeta Eduardo Vázquez Martín, secretario de Cultura de la Ciudad de México, quien señaló: “Te has ido, poeta Raúl Renán. “Tu “Gramática fantástica y los muchos versos que escribiste te recordarán junto a nuestro eterno cariño”.

La Secretaría de Cultura (Sedeculta) de Yucatán lanzó un breve mensaje en el que sentenció: “Ha muerto el maestro Raúl Renán, el género literario en el estado está de luto”.

Mauricio Montiel Figueiras, coordinador nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), escribió en su “Twitter” personal un mensaje con lo mucho que se extrañará al autor de obras como “Los silencios de Homero”, por su capacidad de renovación y experimentación que hacían de su obra “esencial en el panorama mexicano”.

Se sumó al pesar el Fondo de Cultura Económica (FCE) quien “posteó” una foto del maestro Renán con un agradecimiento a su legado literario, citando una de sus últimas declaraciones a la prensa, en las que aseguró: “El poeta nunca muere, nunca se acaba”.

Colegas como Alberto Chimal y Armando González Torres también se expresaron con pesar ante la noticia. Chimal escribió: “Ay, Murió Raúl Renán, poeta mexicano, maestro de poetas y querido por todos. ¡Qué tristeza!”. Mientras que González Torres apuntó: “El gran poeta y querido amigo Raúl Renán, al lado de una imagen del maestro.

Raúl Renán nació el 12 de febrero de 1928 en Mérida, Yucatán. Fue egresado de la Licenciatura en Letras Modernas de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Coordinó talleres literarios en el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), la Universidad Iberoamericana, así como en su alma mater, impartiendo también un taller de inducción editorial para jóvenes del Centro Nacional de Información y Promoción de la Literatura (CNIPL).

Según la Enciclopedia de la Lietartura en México, fundó y dirigió la editorial “La Máquina Eléctrica”, “Papeles” (pliego seriado de literatura), la colección “Fósforos” (cajas de poesía breve), y la revista “Ensayo” guía y divulgación del género para alumnos de la UNAM, también de la colección la 7ª llave antologías de sus talleres impartidos en la UNAM.

Fue coordinador del consejo técnico editorial del INBA, subdirector del CNIPL, subdirector del Periódico de Poesía UNAM/INBA y coordinador de Papel de Literatura, Boletín del CNIPL/INBA.

También colaboró en “Casa del Tiempo”, “Sacbé”, “Periódico de Poesía”, “Luvina”, “La Jornada Semanal”, “Sábado de Unomasuno”, “El Ángel del Reforma”, La Cultura en México de la revista “Siempre”, “Castálida”, “Tropo a la uña”, “Tierra Adentro”.

A lo largo de su trayectoria recibió diversos reconocimientos, como la Medalla Yucatán 1987; el Premio Antonio Mendiz Bolio en 1992, y en 1998, se creó un premio con su nombre. Un año después fue designado miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte (SNCA), y desde 2011, Creador emérito.

De acuerdo con el portal de la Benemérita Universidad Autonoma de Puebla, en el 2004 participó en la lectura ininterrumpida de “Cien años de Soledad de Gabriel García Márquez”, en Presencia de Colombia en México, en la Sala Manuel M Ponce, Palacio de Bellas Artes.

Formó parte del jurado del XIII festival internacional de las artes (Premio Interamericano de poetas), Navachiste, Guasave, Sinaloa 2005.

Fue autor de obras como “Henos aquí” (1993),“Serán como soles” (1996), “Los silencios de Homero” (1998), “Mi nombre en juego” (2008), así como de “Como fue el presagio. Antología personal” (2008), editada por el Fondo de Cultura Económica (FCE).

Conocedores de su obra destacan como en su poesía el maestro Renán supo “reconstruir las sensaciones de la vida que pierden su esencia sutilmente en la monotonía diaria, dejando el ambiente empapado de las más tenues impresiones que llegan en forma de reflexión armoniosa o a manera de risa, sin perder la sutiliza poética y el genio creador” que lo carecterizaban.

ntx/jcd

Lanzan convocatoria al Premio Nacional de Poesía Amado Nervo

A 98 años de su muerte, ocurrida el 24 de mayo de 1919, el poeta y prosista mexicano Amado Nervo sigue vigente a través de su obra, el festival cultural que se realiza en su natal Tepic, Nayarit, y los premios nacionales de Poesía y Novela Breve que llevan su nombre.

El Premio Nacional de Poesía Amado Nervo llega este año a su XVI edición y mantiene abierta la convocatoria hasta el próximo 30 de junio. El ganador recibirá un premio de cien mil pesos, la publicación de su obra y un reconocimiento a nivel nacional.

El certamen está dirigido a todos los poetas mexicanos o residentes que demuestren al menos cinco años de estancia en el país. No podrán participar ganadores de ediciones anteriores. Los trabajos deben ser inéditos con tema y forma libre.

De acuerdo con las bases de la certamen impulsado por la Secretaría de Cultura y el Gobierno del estado de Nayarit, los resultados se darán a conocer el próximo 15 de agosto y la premiación se realizará en el Festival Cultural Amado Nervo 2017, programado del 25 de agosto al 1 de septiembre próximo.

Además, en honor al autor de “El diablo desinteresado”, se lleva a cabo el Premio Nacional de Novela Breve Amado Nervo, cuya edición 2016 fue otorgado al escritor Alejandro Badillo (1977) por la novela titulada “Por una cabeza”.

¿Quién fue Amado Nervo?

Seudónimo de Juan Crisóstomo Ruiz de Nervo y Ordaz, nació el 27 de agosto en Tepic, Nayarit, en el seno de una familia española.

Tras la muerte de su padre, Nervo fue enviado a estudiar a un Colegio de Padres Romanos en Jacona, Michoacán y, posteriormente, al prestigioso seminario de Zamora donde cursó la preparatoria. Ahí recibió lecciones de matemáticas, física, y lógica, interesándose por la ciencia y la filosofía, además de una sólida formación literaria y humanística que luego sería evidente en su obra.

Después inició la carrera de Derecho natural, sin embargo los problemas económicos que atravesaba su familia lo hicieron regresar a Tepic de donde luego partió a Mazatlán.

En esos años, Nervo encontró el sustento en el periodismo, profesión que desarrolló primero en Mazatlán, en “El correo de la tarde”, donde colaboró con traducciones de inglés y francés, escribió crónicas, redactó reportajes, pergeñó reseñas de eventos y editoriales, señala el portal “biografiasyvidas.com”.

Más tarde, en 1894, decidió trasladarse a la Ciudad de México, donde continúo trabajando como periodista y logró abrirse camino en la “Revista Azul”.

Posteriormente junto a su amigo Jesús E. Valenzuela (1856-1911) fundó la “Revista Moderna”. Estas dos publicaciones fueron el resultado de las ansias e impulsos modernistas que aparecieron, en aquella época, en todos los rincones de la Latinoamérica literaria y artística.

En 1900, el diario “El Imparcial” lo envió como corresponsal a la “Exposición Universal de París”, y al ser cautivado por la ciudad francesa decidió residir ahí durante dos años, tiempo en el que entabló una amistad con el gran poeta nicaragüense Rubén Darío (1867-1916).

Además, en París, conoció a Ana Cecilia Luisa Dailliez, con la que compartió más de diez años, y cuyo prematuro fallecimiento fue el doloroso manantial del que emanan los versos de “La amada inmóvil” (1922), Nervo consideraba su obra como parte imprescindible de su más dolorosa intimidad.

De regreso a México ejerció como profesor en la Escuela Nacional Preparatoria y más tarde fue nombrado inspector de enseñanza de la literatura. En 1906 ingresó al Servicio Diplomático Mexicano, donde le confiaron distintas tareas en Argentina y Uruguay, y finalmente fue designado secretario segundo de la Legación de México en España.

Entre sus obras destacan “Ofertorio”, “Los grandes poemas de Serenidad (1912) y “Elevación” (1916), así como “El Bachiller” (1896), “Juana de Asbaje” (1910) y “El estanque de los lotos” (1917), entre otros.

Tiempo después, en 1918, fue nombrado ministro plenipotenciario en Argentina y Uruguay, último cargo que ocupó, pues un año más tarde, el 24 de mayo de 1919, murió de nefritis crónica en Montevideo, Uruguay.

NTX/jcd

Gustavo Adolfo Bécquer

Rimas y leyendas es, sin lugar a dudas, la obra más importante y reconocida del poeta romántico Gustavo Adolfo Bécquer. Autor sevillano, clásico de la literatura española, que se ha convertido en objeto de estudio, en un referente y también en una de las figuras más importantes de la historia de su país.

A pesar de que se conocen un sinfín de datos de su vida y de su obra, hay otros muchos que siguen sin ser descubiertos por la gran mayoría. Su verdadero nombre era Gustavo Adolfo Claudio Domínguez Bastida. El apellido de Bécquer lo eligió porque este era el apellido de la familia de origen flamenco de la que procedía su madre y, por tanto, él mismo.

Le encantaba la pintura e incluso comenzó dando clases para convertirse en pintor, sin embargo, al final se decantó por otro arte, el de las rimas. Su pasión por la lectura le fue inculcada por su madrina, Manuela Monnehay Moreno, con la que se fue a vivir después de quedar huérfano de padre y madre. Y es que ella no sólo era una gran apasionada de la literatura sino que también contaba con una amplísima biblioteca.

Su musa, era una atractiva cantante de ópera con la que nunca llegó a formalizar ninguna relación porque ella aspiraba a algo más que a un escritor con vida bohemia.

Siempre mantuvo una relación muy estrecha con su hermano, el pintor Valeriano Bécquer. Tanto es así que, entre otras muchas cosas, llegaron a realizar un conjunto de láminas satíricas sobre la familia real que respondió al título de Los Borbones en pelotas. Fueron realizadas en acuarela por ambos y no se publicaron hasta 1991, pues en las mismas se mostraban a los distintos miembros de aquella en situaciones cotidianas y pornográficas.

Tras morir, y a petición del propio autor, varios de sus amigos decidieron publicar sus obras no sólo para conseguir que fuera reconocido sino también para que con el dinero que se obtuviera sus hijos pudieran salir adelante. Y es que como él mismo les dijo antes de fallecer: “si es posible, publicad mis versos. Tengo el presentimiento de que muerto seré más y mejor conocido que vivo”.

MiHeL