El expresidente de Argentina, Carlos Menem, anunció a sus 86 años que, pese a que está condenado por la justicia, será candidato a senador en las elecciones legislativas de octubre próximo.
“Voy a ser candidato, la gente me alienta a seguir trabajando”, afirmó Menem, quien gobernó durante dos periodos consecutivos desde 1989 hasta 1999.
Pese a los múltiples escándalos de corrupción que marcaron su presidencia, Menem comenzó a ocupar un escaño en el Senado en 2005 y después logró conservar su privilegiada posición en los comicios de 2009 y 2012.
Este año vence su mandato, por lo cual ahora necesita revalidar los votos para mantener su asiento en la Cámara Alta en representación de La Rioja, su provincia natal.
Menem aseguró que volverá a competir por una senaduría porque “a La Rioja todavía le falta seguir creciendo, faltan recursos que debemos seguir reclamando a la nación para que se levante la provincia, por su gente”.
También ratificó su militancia en el Partido Justicialista (PJ), en el que conviven peronistas de un amplio espectro ideológico.
El exmandatario continuará su carrera política pese a que ya fue condenado en dos ocasiones por la Justicia, pero puede seguir libre hasta que la condena quede firme.
A fines de 2015, la justicia argentina condenó a Menem a cuatro años y seis meses de prisión por haber organizado el pago de sobresueldos ilegales por alrededor de 500 millones de dólares durante su mandato.
Antes, ya lo había condenado a una pena de siete años de cárcel efectiva al encontrarlo culpable del millonario contrabando de armas a Croacia y Ecuador que realizó a mediados de los noventa, cuando todavía era presidente.
Menem permanece libre gracias a que impugnó el fallo y la Corte Suprema de Justicia de la Nación aún no resuelve su caso, pero difícilmente irá a prisión porque debido a su avanzada edad tendría el privilegio de cumplir la pena en su casa.
Los problemas judiciales, sin embargo, se le acumulan, ya que está en marcha otro juicio en el que se le acusa de encubrimiento del ataque terrorista más grave de la historia argentina, ocurrido en 1994 en un centro comunitario judío.
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