Más de un millón de inmuebles locales se reforzarían con nuevas normas

El investigador del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Mario Ordaz Schroeder, consideró que con la actualización de reglamentos de construcción, más de un millón de edificios capitalinos se tendrían que reforzar.

“Las normas de diseño por sismo están por cambiar, ya estaban por cambiar un poco antes del temblor (del 19). Si se subieran los requisitos de diseño por sismo habría de pronto que reforzar un millón de edificios, pero cómo le hacemos, de dónde sacamos el dinero y de dónde sacamos la capacidad de verificación, es un problema complicado de resolver”.

Agregó que 38 de los edificios inicialmente colapsados en la Ciudad de México fueron construidos antes del terremoto de 1985 y que de acuerdo a la normatividad de construcción, sólo están obligados a satisfacer las normas del momento en el que fueron construidos y no de las normas vigentes.

“Entonces un edifico constituido en 1970 está obligado a cumplir con las normas de 1970, no las actuales; parece una cosa poco ilógica”, expresó durante su participación en el foro ¿Cómo se pueden reducir los riesgos en el caso de sismos?, organizado por la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).

Comentó que la caída de más de 40 inmuebles en la capital del país correspondió a que la mayoría de ellos fueron construidos antes del 85 y que los nuevos no cumplieron con las normas.

“No sabemos qué va a pasar en un futuro y no es una especulación, es el resultado de proyectos de investigación que se han hecho en el pasado que han hecho ver que el cumplimento de las normas es bajo”.

Frente a los asistentes al evento realizadfo en el patio central del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM), recordó que fue en las zonas blandas del suelo donde ocurrieron los mayores daños.

“En este temblor, hubo 300 muertos en las zonas blandas y en las zonas firmes cero; en el temblor del 85 hubo oficialmente cinco mil muertos en las zonas blandas y en las zonas firmes cero”.

“Entonces yo creo que debería estar indicado más o menos indicado, cuál es la frontera entre una y otra, yo creo que esa debería ser parte de la información básica al alcance de los ciudadanos”, agregó.

Subrayó que los mapas de blandura y rigidez del suelo están presentes en las normas de construcción, las cuales están en posesión de las inmobiliarias, pero que “no les conviene mencionar porque podría perturbar el mercado”.

“Si uno decide tomar el riesgo de irse a vivir a la Condesa, está muy bien, pero debería estar informado del tamaño del riesgo, entonces yo creo que en ese sentido esos mapas no han sido suficientemente difundidos”, enfatizó.

Resaltó que los reglamentos de construcción en México son responsabilidad municipal, “y eso no ha sido tan bueno”.

“Está bien ser municipalista para algunas cosas, pero eso ha sido un problema porque hay muchos municipios en nuestro país afectados por sismos que no tienen la capacidad técnica y económica para elaborar reglamentos de construcción”, lamentó.

NTX

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