Ven pocos riesgos en sector automotriz por reglas de origen en TLCAN

Si el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) sufre cambios significativos en las reglas de origen, la industria automotriz mantendría su rentabilidad al menos en los próximos dos años, aseguró el analista de la agencia calificadora Moody’s, Alonso Sánchez.

Afirmó que si bien un resultado contrario del acuerdo podría ampliarse a varias industrias, los principales proveedores de autopartes de México -Nemak y Rassini Automotriz- “están relativamente bien posicionados” para enfrentar los cambios en las condiciones comerciales con Estados Unidos.

De acuerdo con la Oficina de Censo de Estados Unidos, los equipos de transporte representaron 33.8 por ciento de las importaciones totales del país vecino del norte y provenientes de México durante 2016.

La industria automotriz representó también una porción significativa de las importaciones de maquinaria eléctrica, con 8.9 por ciento, y maquinaria, con 5.8 por ciento, detalló.

Y a pesar de su alta dependencia del comercio con Estados Unidos, apuntó que las empresas mexicanas del sector pueden hacer frente al escenario negativo, porque mantienen negocios en Europa, Asia y el resto de América Latina.

El analista subrayó que estas empresas venden además productos complejos que son difíciles de reemplazar, de ahí que ambas suman ventajas para contrarrestar los posibles impactos.

De aumentar las tarifas de producción hasta de 3.0 por ciento, indicó, el precio total de vehículo podría incrementar en menos de 1.0 por ciento. “Eso puede dar pie a negociar, al asumir un escenario negativo, quién tomará ese aumento: consumidores finales, las armadoras, los proveedores o una combinación de los sentidos”, argumentó.

Además, estimó que para la construcción de una nueva capacidad de Estados Unidos que reemplace la producción mexicana se requerirá una inversión estimada de entre cuatro mil 700 millones y seis mil 500 millones de dólares, dado que el actual uso de la capacidad es de 94 por ciento.

Sin embargo, Sandra Beltrán, analista de Moodys Investors Service, precisó que la salida o la terminación “abrupta” del tratado trilateral afectaría en mayor medida y de manera inmediata al sector de la construcción, debido a una caída en la inversión.

El Banco de Mexico reportó que desde la segunda mitad de 2016, cuando creció la incertidumbre por el TLCAN, se dejó de atraer cuatro mil 400 millones de dólares por concepto de Inversión Extranjera Directa, recordó.

Consideró que este impacto está relacionado con los retrasos en los proyectos mientras los inversionistas esperan cambios al respecto, y expuso que estos impactos se trasladarían al sector de la edificación y residencial.

“Una finalización del TLCAN primero afectaría al sector industria de México, que representa 30 por ciento de la construcción privada, y luego se propagaría al sector residencial, que significa otro 30 por ciento”.

No obstante, añadió, los productos de materiales de construcción y cemento mostrarían resistencia por el continuo crecimiento de la construcción informal, que estaría respaldado por un peso débil y el aumento en las remesas.

NTX

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