El Plan de Ahorro en Oro aplicado por el gobierno de Venezuela es una medida natural ante la pérdida del valor adquisitivo de su moneda y demás activos, pero solo tendrá efecto interno en el corto plazo y muy escaso en el mercado internacional, aseguró un experto colombiano.
El catedrático de la Escuela de Administración de la Universidad el Rosario, Wilson Tovar, comentó a Notimex que la historia demuestra que cuando “los agentes económicos no se encuentran tranquilos con el valor de los activos que tienen, vuelven al oro y a los bonos de Estados Unidos, como activos refugios”.
Y este es el caso que se vive en Venezuela, donde su divisa, el bolívar, está perdiendo terreno y el gobierno como uno de los agentes económicos, y la gente del común toman la decisión de buscar en el oro una salida a la crisis.
El Banco Central de Venezuela (BCV) comenzó aplicar el pasado 3 de septiembre el Plan de Ahorro en Oro destinado a promover la protección del poder adquisitivo de los trabajadores y pensionados del país.
Los venezolanos podrán obtener los certificados de ahorro en oro en las oficinas de la banca emisora.
Las personas naturales, así como cajas y fondos de ahorro, tienen acceso a los lingotes de oro en dos modalidades: una de 1.5 gramos en tres mil 780 bolívares y una de 2.5 gramos en seis mil 300 bolívares.
“No hay que olvidar que el oro, es un activo que puede tener valor en cualquier parte del mundo, permite tener liquidez, y seguridad en que su capital está preservando el valor en el tiempo”, sostuvo el académico en referencia a la crisis monetaria de Venezuela, y consideró que será difícil que la medida prospere y se sostenga en el largo plazo.
Tovar añadió que las “reservas de oro en el mundo, son limitadas y las compras permanentemente a nivel mundial no fluyen con facilidad (…) tiene un espacio limitado. Podría tener una práctica dentro de los venezolanos, pero fuera de las fronteras no creo que funcione porque es un mercado difícil y restringido”.
El otro problema que se tiene con el oro es que este tipo de transacciones masivas, llevarán a reducir sus inventarios y los precios se vuelven muy especulativos, se encarecen y pierden atractivo, como está ocurriendo con el bolívar.
Reiteró que cuando se presentan crisis profundas, como en la época que cayó el precio del petróleo a 26 dólares el barril, la onza Troy superó la barrera de los dos mil dólares.
A nivel internacional, el oro se transa básicamente en lingotes certificados y ese comercio “está reservado a una cantidad de inversionistas institucionales y bancos centrales y no creo que se pueda expandir más allá de las fronteras venezolanas”.
Es tan limitado el oro en el mundo que toda su producción en lingotes se podría guardar en la tienda que se conoce como El Cubo en Nueva York, y a eso hay que sumar el transporte, y la comercialización legal. Es una negociación muy compleja y no permite que todo el mundo pueda operar ahí, apuntó.
Para Tovar, Colombia está lejos de llegar a una situación de crisis como la venezolana y a utilizar el oro como recurso último, porque su economía y la moneda (peso) están sólidas y tienen un amplio reconocimiento en el mundo de los mercados emergentes”.
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