Veneración del Cristo Negro en Izamal, atractiva festividad yucateca

La veneración del Cristo Negro es una de las tradiciones más arraigadas entre los habitantes de Izamal, Pueblo Mágico de Yucatán donde se celebra esta festividad religiosa por un periodo de tres semanas con procesiones, bailes y pirotecnia.

Las actividades comienzan el 18 de octubre, fecha cuando el Cristo Negro es llevado “de visita” desde su lugar de origen, Sitilpech, hasta Izamal, donde permanecerá en la iglesia del convento Franciscano que data del siglo XVI.

El convento es uno de los principales atractivos turísticos del lugar, tanto por su valor histórico y arquitectura, como por la majestuosa vista que ofrece en los atardeceres. Actualmente sigue activo, por lo que además se puede encontrar de vez en cuando a un franciscano caminando por el lugar, explicó Gabriel Burgos, guía de turistas de Izamal.

Este año, la estancia de la figura católica se extenderá un poco más y la celebración concluirá hasta el 11 de noviembre, pues cada vez hay más gremios que participan de la veneración, detalló Gabriel.

“Las procesiones están a cargo de diferentes gremios y se realizan diariamente, así desde albañiles hasta taxistas y comerciantes participan de esta actividad religiosa”, añadió.

Fiesta, baile, y música, todo un espectáculo folclórico que muestra la riqueza cultural y de tradiciones de los habitantes de Izamal se puede ver en las procesiones, donde participa una banda de guerra, mariachis y un grupo de mujeres vestidas con un terno, ropa de gala de las mestizas.

Especialmente los fines de semana, los turistas nacionales e internacionales son testigos de este evento mestizo en todo su esplendor.

La costumbre es venir al convento, celebrar una misa y hacer danzas típicas, incluyendo el baile de la cabeza de cochino, después la gente se agrupa en una casa asignada por el mismo gremio, donde se ofrece comida y bebida para luego hacer la procesión hacia el convento.

Al frente se puede ver a la banda de guerra, luego al grupo de mujeres con ofrendas, y al final el gremio con banderas que representan su actividad laboral y un grupo de mariachis que interpretan alabanzas al Cristo.

“La creencia es que en un pueblo de Siltepech vivía un indígena que iba a Izamal a adorar a la Inmaculada Concepción, la patrona del pueblo. Cada 18 de octubre este muchacho tenía una estancia prolongada para venerarla hasta que un día desapareció y en su casa se encontró al Cristo Negro”, relató.

NTX

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