Las principales bolsas en el mundo operan con ganancias, pendientes de los resultados empresariales que se conocerán en los próximos días y en una semana clave en materia de política monetaria, ya que tanto de la FED como del Banco Central Europeo (BCE) celebrarán reuniones.
Europa parece haber dejado atrás lo peor de la pandemia de COVID-19 y los países empiezan a hacer públicos calendarios de reapertura de las economías. La incertidumbre sobre el escenario que dejará el virus es aún inmensa pero de momento los inversores aprovechan la calma relativa para tomar posiciones en activos de mayor riesgo.
Italia anunció que a partir del 4 de mayo comenzará a reabrir su economía y empezará por la industria y la construcción. En España, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció que el martes el consejo de ministros aprobará el plan de desescalada en el que el 2 de mayo se abriría aún más la actividad económica.
Poco a poco se quiere ir recobrando la normalidad y eso las bolsas lo reciben bien. Cuanto antes se vuelve a la vida ‘anterior’, antes se recuperará la economía. Ahora bien, la prudencia debe seguir primando. Habrá que ver si, a medida que se restringe el confinamiento, también van bajando las muertes y poco a poco el virus va remitiendo.
Esta semana los mercados estarán pendientes de la FED y del BCE, que se reunirán para abordar posibles nuevas medidas de estímulo después de las inyecciones de liquidez que anunciaron al principio de la crisis del Covid 19 y que han logrado contener el pánico inicial de los mercados financieros.
Por lo pronto hoy concluyó el encuentro del Banco del Japón (BoJ), donde anunció una nueva ronda de estímulos económicos ante la profundización del impacto económico del coronavirus. La autoridad monetaria ha renunciado a los límites anteriormente autoimpuestos a sus compras de deuda pública y anunció más adquisiciones de bonos empresariales. Hasta ahora, el BoJ había limitado sus compras de bonos nipones a un importe máximo de 80 billones de yenes anuales.
Además de los bancos centrales, los inversionistas tendrán también referencias macroeconómicas, que empezarán a recoger el impacto de la pandemia. Destacan la del miércoles cuando se publique el PIB del primer trimestre en EE UU y el jueves, el de la Eurozona (México también reporta su PIB del primer trimestre ese día). Todos ellos arrojarán luz sobre el daño económico causado por el virus.
Asimismo, será una semana importante en lo que tiene que ver también con los resultados corporativos trimestrales de EUA, con casi la mitad del S&P500 informando, con compañías tan relevantes como Tesla, Apple, Amazon o Boeing.
El petróleo ha iniciado la semana con una nueva caída, que deja el precio de la referencia WTI alrededor de $14 dólares por barril. El aumento de los inventarios de crudo no frena, y los recortes de producción no son suficientes para compensar una demanda hundida.
El fin de semana se intensificaron los rumores sobre el estado de salud del líder de Corea del Norte, Kim Jong un, pero fuentes del gobierno de Corea del Sur ha notificado que el dictador está “vivo y bien”. Además, supuestamente el líder norcoreano ha enviado un mensaje a los trabajadores que construyen un complejo turístico en el este del país, después de que hayan surgido especulaciones sobre un supuesto empeoramiento de su estado de salud.
En China, los beneficios de las empresas del sector industrial disminuyeron en marzo, aunque a un ritmo más lento que en los dos primeros meses del año. Las empresas industriales de China ganaron en marzo un 34.9% menos que un año antes. En el periodo enero-febrero se produjo una caída del 38.3%, la mayor desde al menos 2010.
El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) entrará en vigor el próximo 1 de julio, luego de que los tres países concluyeron sus reglamentaciones uniformes y procesos internos. El representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, notificó el viernes al Congreso de su país que Canadá y México han tomado las medidas necesarias para cumplir con sus compromisos en virtud del T-MEC cumpliendo así el último paso que restaba para iniciar con su implementación.
El peso mexicano inicia la semana en niveles cercanos al cierre del viernes pasado, alrededor de $24.85 spot, muy atento a las noticias sobre el COVID-19, la situación política en Brasil (después de la renuncia de un ministro importante del gobierno federal) y en espera de las reuniones de política monetaria de bancos centrales de economías desarrolladas.
Por el resto del día, el tipo de cambio podría fluctuar entre los $24.65 y $25.20 spot (el euro entre $1.080 y $1.090.